Manifestaciones y estigmas
El pasado sábado 8 de marzo tuve la oportunidad de asistir a la manifestación del Día de la Mujer y, tras hacerme una idea del ambiente general, hubo algo que me llamó la atención. ¿Dónde estabais? ¡Sí! ¡Os lo digo a vosotras! Porque los que allí estaban no eran más que los manifas de siempre: los comunistas y sus juventudes, los republicanos, los socialistas, etcétera. No quiero decir que no debieran estar allí, su apoyo siempre es apreciado, pero la manifestación no iba de ellos, ¡sino de vosotras!
Sin etiquetas ni eslóganes vacíos, cientos, miles, millones de vosotras, desen...
El pasado sábado 8 de marzo tuve la oportunidad de asistir a la manifestación del Día de la Mujer y, tras hacerme una idea del ambiente general, hubo algo que me llamó la atención. ¿Dónde estabais? ¡Sí! ¡Os lo digo a vosotras! Porque los que allí estaban no eran más que los manifas de siempre: los comunistas y sus juventudes, los republicanos, los socialistas, etcétera. No quiero decir que no debieran estar allí, su apoyo siempre es apreciado, pero la manifestación no iba de ellos, ¡sino de vosotras!
Sin etiquetas ni eslóganes vacíos, cientos, miles, millones de vosotras, desenterrando una lucha que no debería estar zanjada. Porque el machismo sigue siendo un estigma social que parecemos incapaces de afrontar, porque sigue derribando mujeres en todos los estratos sociales, porque seguís cobrando de media menos por el mismo trabajo, porque muchas seguís afrontando solas la maternidad, porque seguís dibujando vuestra imagen al gusto de los hombres, porque siguen existiendo solteronas y frescas. Por todo esto y mil cosas más que se asumen como “lo normal”, “lo suyo”. ¡Basta! ¡Despertad! O la opresión se convertirá en regla. ¡Despertad! O no recordaréis por qué luchabais. ¡Despertad! Y salid a la calle.
Esta es vuestra lucha, la nuestra, la de todos.— Martín Marión Prados.