Lo grande desde lo pequeño
FOTO: OMEstudi
¿Celosía o tapia? La repetición y el ensamblaje de piezas cerámicas transforman el cerramiento de diversos usos en un mismo espacio público. Esta idea modesta, creativa y sostenible que contempla el trabajo centímetro a centímetro y evoca el pasado fabril del barrio donde se encuentra ha ganado el Premio Cerámica de Arquitectura que concede la asociación de ceramistas Ascer.
El arquitecto Pol Femenias y su estudio comenzaron su intervención en este paseo, la Riera de la Salut de Sant Feliu de Llobregat,...
FOTO: OMEstudi
¿Celosía o tapia? La repetición y el ensamblaje de piezas cerámicas transforman el cerramiento de diversos usos en un mismo espacio público. Esta idea modesta, creativa y sostenible que contempla el trabajo centímetro a centímetro y evoca el pasado fabril del barrio donde se encuentra ha ganado el Premio Cerámica de Arquitectura que concede la asociación de ceramistas Ascer.
El arquitecto Pol Femenias y su estudio comenzaron su intervención en este paseo, la Riera de la Salut de Sant Feliu de Llobregat, en Barcelona, trabajando lo pequeño, sumando los pocos. Pensaron que la cerámica hablaba del pasado industrial del barrio, pero también de las celosías de las antiguas tapias domésticas del vecindario. La idea era hacerse eco de esa doble memoria con una intervención modesta pero firme, plural y, sin embargo, de un solo gesto. Por eso la mejor solución que encontraron fue un collage: un muro cerámico de texturas y agujeros que se va plegando al lugar y a los usos.
Los 150 metros de paseo están hoy arropados por una celosía que corona algunos muros existentes –hechos con otros materiales- y altera los grados de opacidad a medida que tropieza con cambios en su recorrido: “La celosía tenía que permitirnos incorporar esas distintas gradaciones de transparencia y hacerlo con una textura continua a lo largo del parque”, cuentan los arquitectos.
Tras una larga investigación, Femenias y su equipo dieron con la geometría definitiva para una celosía autoportante formada únicamente por tres piezas de gres esmaltado a alta temperatura: un cubo de 20 x 20 x 20 cm y un rombo de 20 x1 3,5 cm (macizo o agujereado). El cubo optimiza la producción ya que con una única pieza -de cara o a través-vuelve la celosía opaca o transparente. Su montaje en espiga ofrece, además, una coronación “casi orgánica, vegetal”, dicen los arquitectos sobre la curiosa orografía que produce en lo alto del muro. También los colores surgieron del lugar, las piezas cerámicas de 8 tonos reflejan los de las propias medianeras.
La cerámica no solo habla de la historia fabril del barrio, de la suma de habitantes y usos de sus calles y de la pericia artística de los arquitectos. Cocida a alta temperatura este material económico adquiere aumenta su resistencia frente a heladas, lluvias y cambios de temperatura. Por eso, diseñado al margen de las modas, resiste desde todos sus frentes el paso del tiempo.