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El ‘apartheid’ olvidado de los Rohingya

Más de 150.000 musulmanes de una etnia no reconocida entre las 134 que oficialmente componen el mosaico humano de Myanmar, viven hacinados en los campos de desplazados

Una joven madre acaba de dar a luz y se recupera en la clínica del campo de desplazados junto a enfermos y moribundos. Su hijo nace apátrida: no es reconocido como ciudadano por el país en el que ha venido al mundo, Myanmar, ni por cualquier otro.Zigor Aldama
En las escuelas de los campos de desplazados los propios profesores reconocen que los jóvenes de 5 a 15 años no están recibiendo la educación que les permitiría labrarse un buen futuro. "Pero menos es nada", dicen.Zigor Aldama
Uno de los 43 maestros voluntarios de la escuela del campo de That Kay Pyin da clase a niños de entre seis y nueve años.Zigor Aldama
La madre de Ahmed llora la pérdida de su hijo, cuyo cadáver acaba de llegar procedente del Hospital de Sittwe, al que ningún pariente ha podido ir a acompañarlo. Es uno de los muchos rohingya que mueren cada semana por enfermedades y negligencias médicas.Zigor Aldama
Junto a las edificaciones 'oficiales' de los campos de desplazados han surgido otras tiendas de campaña de rohingya venidos de otros pueblos del estado de Rakhine que temen ataques y se sienten ahí más seguros a pesar de que no reciben el racionamiento de Naciones Unidas.Zigor Aldama
Una niña desnutrida come unos fideos frente a la atenta mirada de su madre. Las ONG advierten de las graves carencias alimenticias de los más pequeños dentro de los campos de desplazados, pero los padres no tienen medios con los que ofrecerles mejor o más comida.Zigor Aldama
Una mujer rohingya lee el Corán en una de las tiendas de campaña en las que todavía viven algunos de los desplazados a quienes no se les han construido mejores edificaciones temporales. Con cada chaparrón, su vivienda se inunda.Zigor Aldama
A falta de agua corriente, los habitantes de los campos de desplazados utilizan pozos y se bañan donde pueden, como este hombre.Zigor Aldama
Los propios desplazados consiguen donaciones de familiares que han conseguido escapar de los campos para comprar arroz y distribuirlo entre los rohingya que no pueden salir. Las raciones del Programa Mundial de Alimentos no llegan para todos y son insuficientes.Zigor Aldama