Gamonal

Decía Julio Camba que “en los países adelantados se roba haciendo obras de beneficio público. A cada nueva mejora que anuncian, los vecinos piensan que están preparándose un negocio; pero transigen con el negocio a fin de obtener la mejora”. Los habitantes del barrio burgalés de Gamonal deben sospechar que está organizándose un suculento negocio a costa de sus calles, pero parece claro que ni siquiera lo consideran una mejora como para transigir. ¿Por qué? Pues porque no está el horno para bollos, y mucho menos para pasteles. “En los países atrasados, en cambio”, seguía Camba, “el robo municip...

Decía Julio Camba que “en los países adelantados se roba haciendo obras de beneficio público. A cada nueva mejora que anuncian, los vecinos piensan que están preparándose un negocio; pero transigen con el negocio a fin de obtener la mejora”. Los habitantes del barrio burgalés de Gamonal deben sospechar que está organizándose un suculento negocio a costa de sus calles, pero parece claro que ni siquiera lo consideran una mejora como para transigir. ¿Por qué? Pues porque no está el horno para bollos, y mucho menos para pasteles. “En los países atrasados, en cambio”, seguía Camba, “el robo municipal consiste en no dejar hacer nada”. Ni tanto ni tan calvo.

Así las cosas, ¿en qué punto se encuentra, en este momento, Gamonal? ¿Entre los pudientes o entre los sufridores? Yo diría que entre los segundos. Y lo que no puede ser, señor Lacalle, es vivir como pudiente siendo sufridor. En definitiva, Gamonal lo único que ha hecho es gritar a su alcalde el famoso “no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades”, ese reproche que tanto sirvió a Rajoy y su Gobierno para cortarnos hasta la respiración.— Gonzalo de Miguel Renedo.