3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Rompiendo los gritos en el silencio

Rescatistas trabajan en la zona del derrumbe. /ANDREW BIRAJ(REUTERS)

Hablando con la subdirectora de uno de los programas de información y entretenimiento de mayor audiencia del momento me comentaba su frustración: “cada vez que tratamos un tema social de fuera de España perdemos inmediatamente el 50% de share”. Esto podría querer decir que a los españoles en estos momentos no nos interesa demasiado lo que pasa fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, como intentaba explicar el otro día la periodista Olga Rodriguez, ahora más que nunca, en un mundo globalizado, lo que pasa fuera nos afecta igualmente. Esta situación abre el recurrente debate de cual fue primero si los medios o la audiencia y de que puede hacer cambiar esta tendencia del consumo informativo.

Las organizaciones que trabajamos para mejorar las vidas de personas en países en desarrollo vemos como cada vez es más difícil conseguir espacio informativo, salvo que se trate de temas muy dramáticos como el tifón recientemente asoló a Filipinas. Interesa el “suceso”, el drama descarnado, lo que ya ha pasado. Esto nos convierte en agoreras porque toda emergencia va acompañada de un “ya lo advertimos”. En el primer encuentro de periodismo comprometido, el periodista Carlos Martinez de la Serna, llamaba la atención sobre la catástrofe de Bangladesh en la que murieron más 1.100 personas, “¿Cómo es posible que esto haya tenido que ser noticia sin que los medios nos hayamos ocupado de ello antes”. En esta misma línea se encuentran catástrofes como la Haití, que el pasado domingo cumplió 4 años. Antes del terremoto este país era uno de los más pobres del mundo y el más pobre de América, después del terremoto, con una reconstrucción absolutamente inacabada, Haití solo ha empeorado y a nadie le importa. Haiti ha quedado relegado al olvido de medios y audiencia.

Pero todo está interrelacionado. Cuando se derrumbó el edificio en Bangladesh muchos españoles se dieron cuenta de la ropa que usaban estaba fabricada en condiciones éticamente insostenibles. Durante más de un mes se habló con interés del comercio justo, de las producciones locales, de los sellos de calidad. Hace una semana el New York Times publicaba un artículo sobre como la empresa Mango estaba incumpliendo su compromiso adquirido en abril de indemnizar a las víctimas del derrumbe. Casi ningún medio español se ha hecho eco de esta noticia cuando la estrecha relación entre lo que pasa en Bangladesh y nuestro día a día a través de nuestra ropa, ya justificaría el valor mediático de esa información. Esta relación se estrecha si subimos al plano político, como con la primavera árabe que menciona Olga Rodriguez, o al plano social con la inmigración.

Sea como fuere, la producción de contenidos sociales internacionales es más complicada y mucho más cara. En un momento en que los medios están sufriendo una tremenda crisis económica es muy difícil de sostener para un reportero la importancia de cubrir un tema que no interesa a la audiencia y que resulta carísimo producir. Es la pescadilla que se muerde la cola; no informo porque no tiene interés y no se crea interés porque no hay información.

La solución a este dilema es conseguir financiar y al mismo tiempo incrementar el impacto de este tipo de contenidos. Para lo primero los medios tienen que encontrar nuevas fuentes de financiación. Los contenidos de este tipo han tenido mecenas en otras partes del mundo. El portal del The Guardian Development es un claro ejemplo de ello. Financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates es una clara apuesta para potenciar contenidos de calidad sobre temas sociales en otros países, principalmente en vías de desarrollo.

Lo de cómo volver esos contenidos más atractivos tiene una respuesta sencilla, abriéndolos a nuevas narrativas. Hablamos aquí de incluir imágenes, ilustraciones, infografías, pero también de cruzar barreras de géneros como usar más el comic como hace el excepcional Joe Sacco. Y el último gran reto sería tratar de forma divertida y sarcástica estos temas. La fórmula funciona para los temas españoles ¿Porqué no va a funcionar para los temas internacionales? Tenemos que dejar de tomarnos tan en serio para que nos hagan más caso. Cierro remitiéndoles al excepcional perfil de Twitter de Kim Jong-un, la mejor crónica viva de lo que pasa en Corea del Norte contada por su Lider Supremo (https://twitter.com/norcoreano). Desde que sigo esta cuenta me interesa todo lo que pasa en ese alejado país.

Comentarios

Pues yo no solo paso de lo que se diga de fuera de España sino que también paso ya de lo que dicen de España. Me preocupo sólo por lo que pasa en mi casa y bastante tengo ya http://xurl.es/9ik46
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