Cartas al director

El jazz de luto

Ha muerto Javier de Cambra. Escribió con sabiduría de jazz, su pasión, que le llevó a viajar y conocer de primera mano, estamos hablando de un periodista de la vieja escuela, a los mejores del mundo. Su conocimiento de Miles Davis, Coltrane o Mingus daba para largas charlas que daban gusto escuchar. Escribió en EL PAÍS, El Sol y La Razón, pero también era elocuente frente a un micrófono, R3, esparciendo su magisterio las noches de los domingos. El paro arruinó los últimos meses de su vida, y hay que pensar que tras un despido siempre hay una tragedia. El gran pianista Randy W...

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Ha muerto Javier de Cambra. Escribió con sabiduría de jazz, su pasión, que le llevó a viajar y conocer de primera mano, estamos hablando de un periodista de la vieja escuela, a los mejores del mundo. Su conocimiento de Miles Davis, Coltrane o Mingus daba para largas charlas que daban gusto escuchar. Escribió en EL PAÍS, El Sol y La Razón, pero también era elocuente frente a un micrófono, R3, esparciendo su magisterio las noches de los domingos. El paro arruinó los últimos meses de su vida, y hay que pensar que tras un despido siempre hay una tragedia. El gran pianista Randy Weston nos mandó una carta la noche de su muerte, un gesto magnífico que echamos en falta aquí.— Antonio Álvarez Rodil.

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