Cartas al director

¿Cómo vas a ser del Atleti si eres negro?

Pertenezco a la peña Los Cincuenta. Del Atlético de Madrid. Acabo de regresar de Centroáfrica, el segundo país más pobre de la tierra, el más peligroso. Fuimos allí a llevar lo que pudimos a nuestros hermanos negros de Bangassou, y también a uno blanco que pastorea entre ellos, monseñor Aguirre, del Atlético de Madrid. Porque a nosotros nos llevó allí el Atlético de Madrid, el Atleti, sí, pocas bromas con esto. El Atlético de Madrid y lo que nosotros entendemos como forma de ser de nuestro club, y de nosotros como atléticos: la solidaridad (que por tanto nos enemista con el racismo) está en es...

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Pertenezco a la peña Los Cincuenta. Del Atlético de Madrid. Acabo de regresar de Centroáfrica, el segundo país más pobre de la tierra, el más peligroso. Fuimos allí a llevar lo que pudimos a nuestros hermanos negros de Bangassou, y también a uno blanco que pastorea entre ellos, monseñor Aguirre, del Atlético de Madrid. Porque a nosotros nos llevó allí el Atlético de Madrid, el Atleti, sí, pocas bromas con esto. El Atlético de Madrid y lo que nosotros entendemos como forma de ser de nuestro club, y de nosotros como atléticos: la solidaridad (que por tanto nos enemista con el racismo) está en ese carácter.

Los niños de las aldeas quemadas por los seleka o por los tonga tonga llevan ahora camisetas del Atleti de Madrid. Los ancianos y los disminuidos, señalados por su diferencia como culpables de los males inexplicables y huidos a los guetos antes de ser linchados, se cubren con sudaderas del Atleti de Madrid. Y quizá por primera vez en su vida, fueron abrazados. Por el Atleti de Madrid, que estaba allí contra la opinión de nuestro ministerio, alarmado ante la temeridad de los ocho expedicionarios; Juan Luis Cano, Mónica Grandes, Pablo y Miguel, Jorge y Fran, Natalia, y quien abajo va a firmar. Todos colchoneros. Todos sabedores de que nuestros hermanos africanos, machacados por el sida, la lepra, el dengue, la malaria, el hambre (dos tercios de la humanidad lo padecen; nuestros amigos, mucho) no saldrán de su vida partida sin el calor de los que tenemos más. Y mejor llevándoselo en mano.

Imagine el señor director de EL PAÍS lo que puede ser volver del dolor (3.000 muertos en la zona en la semana siguiente a nuestra partida) y darse de narices con el siguiente titular de su periódico, sección Sociedad: ¿Cómo vas a ser del Atleti si eres negro? Si eres negro, señor director, te haces del Atleti, como todos los niños que hay entre Bangassou y Rafai. O a lo mejor eres negro, pero te equivocas y te haces de otro. Puede, pero en ninguna casa de fútbol vas a tener tanto cobijo como en la que un día levantaron junto a los demás Miguel Jones, Larby Ben Barek, Luis Pereira o Jorge Mendoza. Si eres negro, te haces del Atleti. Y si sabes de la vida y del fútbol, aceptas que alguien se pueda equivocar titulando al desamparo de los dioses un reportaje espléndido de esa línea para abajo.— José Antonio Martín. Peña Los Cincuenta. Del Atlético de Madrid.

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