Cartas al director

El congreso ‘España contra Cataluña’

Más que la celebración de una iniciativa tan esperpéntica (tan Callejón del Gato) como el congreso España contra Cataluña,lo que resulta realmente asombroso es la facilidad con la que este país se deja embaucar por acontecimientos poco menos que irrelevantes. No se me ocurre una consecuencia más perjudicial de este, podríamos llamarlo, sí, aquelarre de los historiadores que el descrédito profesional (por más que vaya acompañado de momentáneos réditos políticos) que caerá sobre cada uno de los que participen en él.

De la misma forma que, pongamos por caso, un congreso d...

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Más que la celebración de una iniciativa tan esperpéntica (tan Callejón del Gato) como el congreso España contra Cataluña,lo que resulta realmente asombroso es la facilidad con la que este país se deja embaucar por acontecimientos poco menos que irrelevantes. No se me ocurre una consecuencia más perjudicial de este, podríamos llamarlo, sí, aquelarre de los historiadores que el descrédito profesional (por más que vaya acompañado de momentáneos réditos políticos) que caerá sobre cada uno de los que participen en él.

De la misma forma que, pongamos por caso, un congreso de biólogos en el que se defendiera la supremacía genética de la raza blanca tan solo conseguiría convertirse en el hazmerreír del resto de la profesión.

En cualquier caso, personajes insignificantes, acontecimientos ridículos, iniciativas grotescas: ¿Habremos de resignarnos a que tal sea nuestro destino?— Manuel Ruiz Zamora. Castilleja de la Cuesta, Sevilla.

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Hace ya bastantes años —aún no se había aprobado la actual Constitución española— cursé en la Universidad de Barcelona la Licenciatura en Historia. Ya entonces, al estudiar La Corona de Aragón o el Decreto de Nueva Planta, se hacía con un sesgo de lamento nacionalista, pero sin incurrir en lo que hoy ha derivado su estudio y enseñanza dirigista en las universidades catalanas.

Ahora, La Corona de Aragón hay quienes la han convertido en Corona catalano-aragonesa, y al Decreto de Nueva Planta no se le reconoce ningún aspecto para convertir los usos del antiguo régimen en un modelo de Administración moderna.

Ahora, “los nuevos historiadores catalanes” han determinado que la Guerra de Sucesión fue la lucha de España contra Cataluña. Obvian hablar de una lucha entre dos dinastías enfrentadas, y dos modelos de concebir el Estado, en el que tanto en Cataluña como en el resto de España no había uniformidad de pensamiento y adhesiones.

Ahora, 20 historiadores van a analizar, en un ciclo de conferencias, la relación de España y Cataluña en los últimos 300 años; pero, a tenor del título, España contra Cataluña, cualquiera podría decir por anticipado las conclusiones de dichas conferencias.— José Luis Pérez López. Valladolid.

Siempre he defendido la unión y el entendimiento entre todos los ciudadanos de España y por eso un simposio que trata de alimentar el rencor, la división y la confrontación con un título tan tosco como España contra Cataluña me parece un grave desacierto.

Que se estén cerrando hospitales y escuelas mientras se dedican recursos económicos a denigrar al resto de españoles acusándoles de expoliadores y represores y a fomentar el odio contra España, da idea de las prioridades de algunos políticos que gobiernan Cataluña. Solo espero por medio de esta carta dejar constancia de que muchos catalanes no compartimos este evento, no solo porque nos sentimos tan catalanes como españoles, sino, sencillamente, porque somos personas con un mínimo aprecio por los valores de la tolerancia, la convivencia y el respeto.— Rosa Álvarez. Tarragona.

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