Cartas al director

De agujas y camellos

Es muy frecuente leer artículos en los que sus autores sacan a relucir la famosa frase del Evangelio acerca del camello y la aguja. Publicaron ustedes el 23 de noviembre uno titulado ¿Por qué odiamos a los ricos?,de Jesús Andreu, que incluye la famosa cita: “Es más difícil que entre un rico en el Reino de los Cielos, que el que pase un camello por el ojo de una aguja”. (Mateo, c.19, vs. 23 y 24)

Siempre me llamó la atención lo estrambótico de la metáfora, y mucho más las elucubrantes explicaciones al respecto. Un buen día, sin buscarlo, encontré en un libro de don Miguel de Una...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Es muy frecuente leer artículos en los que sus autores sacan a relucir la famosa frase del Evangelio acerca del camello y la aguja. Publicaron ustedes el 23 de noviembre uno titulado ¿Por qué odiamos a los ricos?,de Jesús Andreu, que incluye la famosa cita: “Es más difícil que entre un rico en el Reino de los Cielos, que el que pase un camello por el ojo de una aguja”. (Mateo, c.19, vs. 23 y 24)

Siempre me llamó la atención lo estrambótico de la metáfora, y mucho más las elucubrantes explicaciones al respecto. Un buen día, sin buscarlo, encontré en un libro de don Miguel de Unamuno una referencia a la citada frase. Se trataba del libro El Caballero de la Triste Figura, y esto dice el autor a propósito de La reforma de la ortografía: “A veces esas divergencias —entre lengua oral y lengua escrita— pueden ocasionar interpretaciones erróneas. Vaya de ejemplo: la eta griega leíase ya en la época clásica lo mismo que la iota, por manera que escribiéndose de distinto modo los vocablos cámelos (camello) y cámilos (calabrote, cable, cabo de cuerda), ambos se leían del mismo modo, cámilos. Y esta confusión hizo que por una falta de ortografía se tradujera un famoso pasaje del Evangelio: “Es más difícil que entre un rico en el Reino de los Cielos, que el que pase un calabrote por el ojo de una aguja”, haciendo del calabrote, camello, y resultando así una metáfora disparatada por lo incongruente. Y una vez cometido el error, no han faltado interpretaciones ingeniosas a lo del camello”.— Jesús Bermejo. Madrid.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En