3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

No hay 'carbón limpio'

Esta entrada ha sido escrita porAlejandro González, de @inspiraction, desde la Conferencia del Cambio Climático (#COP19) que se celebra en Varsovia (Polonia). Es la segunda de la serie que ofrece @3500M.

Activistas de Friends en Varsovia: "No existe eso que llamancarbón limpio". Foto:Luka Tomac.

¿Tiene sentido que un médico recomiende a un enfermo de cáncer de pulmón que fume? Con la lógica de Polonia para manejar la COP19, sí. Para un país que obtiene el 85% de su electricidad de la quema de carbón, importándolo incluso de Rusia a pesar de sus reservas, y que pretende incluso llegar al 100%, cambio climático y energía fósil son compatibles. A Polonia no le ha importado que el estado de Filipinas haya hecho saltar las alarmas (otra vez) ni que la manifestación de activistas del sábado haya demostrado el rechazo de la sociedad civil o que la ciencia diga exactamente lo contrario: no se pueden contener las peores consecuencias del cambio climático y seguir quemando carbón, ni siquiera en plantas modernas y eficientes. No existe espacio atmosférico para los combustibles fósiles, según advierten la Agencia Internacional de la Energía o el IPCC: contener el aumento de temperatura por debajo de límites seguros significa dejar de consumir el 75% de las reservas de combustibles localizadas y no tocar siquiera las que nos quedan por descubrir.

Todo esto sucede en la única cumbre en la que los textos de negociación empiezan por fin a recoger cinco elementos concretos y tangibles que pueden ser asumidos por todos los países: cómo implementar energías renovables, como mejorar la eficiencia energética, cómo reducir las emisiones en ciudades más inteligentes o cómo cuidar los bosques.Y, por supuesto, lo que la sociedad civil y todas las instituciones internacionales (menos las convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático) reclaman al unísono: eliminar los subsidios a los combustibles fósiles. Un total de 500.000 millones de dólares anuales de ayuda a los combustibles fósiles anuales, 50 veces más que la ayuda para luchar contra el cambio climático.

Afortunadamente, todas las ONG presentes han tomado ya varias iniciativas para denunciar el secuestro empresarial de unas negociaciones destinadas a la sociedad civil. Reuniones con negociadores, pancartas, carteles, gritos, teatrillos, esculturas espontáneas que eluden a la policía de Naciones Unidas, visibilizan hoy el rechazo social. Pero más allá del lobby empresarial más sucio, se trata de reivindicar que el espacio de las negociaciones sobre el clima regrese a la sociedad civil, poco a poco expulsada como observadora y con una menguante capacidad de participación. Pese a la mordaza, las acciones de la organizaciones ambientalistas y de solidaridad en apoyo de la acción climática ambiciosa son intensas, creativas, diversas y constantes y ojalá también incombustibles.

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