Filipinas pone a prueba nuestra solidaridad

Esta entrada ha sido escrita porOlivier Longué,Director Generalde Acción contra el Hambre.

Odio esta frase porque suena a tópico manido: la fuerza de la naturaleza acaba de golpear de nuevo a Filipinas. Pero hoy por hoy, es lo que hay. Más de 9 millones de personas necesitan ayuda urgentemente. Nuestros equipos en la zona trabajan a destajo desde las primeras horas tras el tifón, conscientes de que cada hora… cada minuto… puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Tenemos todo preparado: las personas, el material, la logística… y nos enfrentamos con impotencia al sinfín de dificultades que está habiendo para acceder a la zona más castigada. Hay un colapso total de comunicaciones.

Haiyan ha venido con fuerza. Pero es justo reconocer que también Filipinas le hace frente con fuerza. Por una parte, el Gobierno alertó a tiempo y evacuó numerosas zonas, evitando daños humanos mucho mayores. Por otra parte, el pueblo filipino, el segundo país del mundo más expuesto a desastres naturales, sabe ponerse en pie una y otra vez, desplegando redes de solidaridad desde el minuto cero, trabajando duro, agarrándose a la vida en uno de los paisajes más hermosos del planeta. Aunque nueve de cada diez víctimas de desastres naturales se registran en países en vías de desarrollo, hay formas de revertir esta tendencia. La alerta temprana, la prevención y la preparación ante desastres, la gestión del riesgo… son formas poco “populares” (y muy rentables) de acción humanitaria que pueden salvar muchas vidas, y Filipinas está apostando duro por esta senda.

Por lo demás, al menos el tifón nos servirá para abrir los ojos ante lo que pasa ahí afuera, mirar un poco más lejos de nuestras fronteras. En estos momentos las prioridades están claras: agua, refugio, saneamiento básico…. Se trata de salvar vidas pero el trabajo no acabará ahí. Después, salvadas las vidas, hay que recuperar y reconstruir todo aquello que también era parte del mundo de estas personas: sus casas, sus campos de cultivo, sus cocoteros, sus botes de pesca. La vida es algo más que un corazón latiendo.

Haiyan recordará que en otros lugares del mundo hay personas que necesitan ayuda. Y otras muchas que están dispuestas a ayudar. Porque, al fin y al cabo, es ante esta situaciones extremas cuando el espíritu humanitario, inherente al hombre, se hace fuerte.

Empezamos hoy un especial sobre la emergencia en Filipinas.

Si quieren ayudar les recordamos 5 de las organizaciones españolas que trabajaban sobre el terreno antes de la emergencia. En sus páginas web encontraran toda la información sobre donativos y ayudas: UNICEF, Accion contra el hambre, Medicos sin Fronteras, Cruz Roja y OXFAM Intermon.