El valor del ser humano

Cada día hay más malas noticias, todo aumenta: el paro, la prima de riesgo, la corrupción e incluso el IVA; lástima que no crezcan todas aquellas cosas que nos gustarían. Por eso, pretendo daros al menos una buena noticia hoy.

El otro día fui a tomar el café al bar de siempre, con tan buena suerte que cuando fui a pagarlo el camarero me dijo que alguien ya lo había hecho por mí. Me quedé sorprendida, miré alrededor y no vi a nadie que me mirara o que diera muestras de ser quien estaba buscando. El camarero, al verme extrañada, me dijo que la persona que buscaba no estaba allí, pero que ...

Cada día hay más malas noticias, todo aumenta: el paro, la prima de riesgo, la corrupción e incluso el IVA; lástima que no crezcan todas aquellas cosas que nos gustarían. Por eso, pretendo daros al menos una buena noticia hoy.

El otro día fui a tomar el café al bar de siempre, con tan buena suerte que cuando fui a pagarlo el camarero me dijo que alguien ya lo había hecho por mí. Me quedé sorprendida, miré alrededor y no vi a nadie que me mirara o que diera muestras de ser quien estaba buscando. El camarero, al verme extrañada, me dijo que la persona que buscaba no estaba allí, pero que cada mañana se sentaba en un taburete de la barra para tomarse un cortado mientras leía el periódico. Se trataba de un anciano que el otro día cumplió nada más y nada menos que 106 años, y que decidió celebrarlo con todos los clientes habituales del bar invitándoles a algo. Un detalle pequeño que hace grandes a las personas, y en este caso a este hombre al que le pesaban más los años que la cartera.

En un momento de crisis en el que mucha gente lucha para llegar a final de mes, como este hombre al que seguramente su pensión no le dé para mucho, hay personas que siguen dando razones para creer en el valor del ser humano. Una muestra más de cómo al final, tal y como un día me dijo mi padre, “lo que nos va a faltar es vida, no dinero”.— María Vidal Ballarín.