Cartas al director

Gibraltar como problema

Yo soy ese “ecologista despistado” al que alude José María Ruiz Soroa en su artículo de Opinión en EL PAÍS del pasado miércoles Un problema excesivo. No creo que el problema de Gibraltar tenga que ver con el tamaño, sino con una utilización manipuladora por parte del Gobierno de Rajoy del irresuelto conflicto gibraltareño.

¿Qué asuntos se están ocultando en el uso de Gibraltar como cortina de humo para intentar esconder la gravosa estela de corrupción y malgobierno del Partido Popular? Que para los ecopacifistas lo importante no es dilucidar la soberanía, sino desmilitarizar y ...

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Yo soy ese “ecologista despistado” al que alude José María Ruiz Soroa en su artículo de Opinión en EL PAÍS del pasado miércoles Un problema excesivo. No creo que el problema de Gibraltar tenga que ver con el tamaño, sino con una utilización manipuladora por parte del Gobierno de Rajoy del irresuelto conflicto gibraltareño.

¿Qué asuntos se están ocultando en el uso de Gibraltar como cortina de humo para intentar esconder la gravosa estela de corrupción y malgobierno del Partido Popular? Que para los ecopacifistas lo importante no es dilucidar la soberanía, sino desmilitarizar y desnuclearizar el Peñón. Que en su resolución tienen que intervenir los llanitos, por supuesto, pero también Londres y Madrid, poniendo fin a un eterno memorial de agravios. Que la Roca debe dar carpetazo al paraíso (o limbo) fiscal en el que sigue operando de manera desvergonzada. Que los rellenos de arena en su costa oriental son ilegales. Que los arrecifes artificiales de hormigón son práctica corriente de regeneración biológica, pero debían haber sido consensuados. Que, finalmente, la calidad ambiental del Campo de Gibraltar sigue siendo precaria por una acumulación salvaje de industrias pesadas y por una práctica, la del bunkering.— Daniel López Marijuán.

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