Dignidad y educación
Son muchos los problemas que pesan sobre la sociedad española, pero el ataque a ancianos riéndose de su desgracia es todo un ataque a la dignidad que debería ser condenado por todos.
La actuación de las nuevas generaciones del PP ante la declaración de María Dolores de Cospedal en los juzgados ha sido deleznable y vergonzosa. Considero natural que personas que lo han perdido todo por las estafas de las preferentes se manifiesten pidiendo responsabilidades a los políticos que han permitido de uno u otro modo; por eso, la actuación de estos jóvenes demuestra el problema que existe en torn...
Son muchos los problemas que pesan sobre la sociedad española, pero el ataque a ancianos riéndose de su desgracia es todo un ataque a la dignidad que debería ser condenado por todos.
La actuación de las nuevas generaciones del PP ante la declaración de María Dolores de Cospedal en los juzgados ha sido deleznable y vergonzosa. Considero natural que personas que lo han perdido todo por las estafas de las preferentes se manifiesten pidiendo responsabilidades a los políticos que han permitido de uno u otro modo; por eso, la actuación de estos jóvenes demuestra el problema que existe en torno a la falta de educación, o tal vez de vergüenza.
Así pues, prefiero mil veces a los grupos de jóvenes que se reúnen en las plazas para buscar soluciones contra las injusticias que nos acosan, por muy “sucios, ruidosos y antidemocráticos” que dicen que son, a esta otra juventud, “limpia, elitista y democrática” que no duda en denigrar a un anciano, riéndose de él al mismo tiempo que jalean y defienden a una persona que dirige un partido presuntamente inmerso en la corrupción y responsable de uno de los mayores recortes de derechos y de democracia real de nuestra joven historia democrática.— Nicolás Aljarilla Pérez.