A buen entendedor...

A la señora Mona Sahlin aspirante a ser presidenta del Gobierno sueco por el Partido Socialdemócrata hace años y con todos los visos de ganar, el partido y el pueblo sueco la convencieron de que desistiera. ¿Cuál fue su error? En un viaje al extranjero se compró unos chocolates de Toblerone en el aeropuerto para su familia y a la hora de pagar se confundió de tarjeta pagando el Toblerone con su visa oficial de diputada en vez de con la suya personal.

Nada más llegar a casa se percató de su error y reembolsó el dinero a la tarjeta oficial. Pero ese “desliz” fue suficiente para que el pue...

A la señora Mona Sahlin aspirante a ser presidenta del Gobierno sueco por el Partido Socialdemócrata hace años y con todos los visos de ganar, el partido y el pueblo sueco la convencieron de que desistiera. ¿Cuál fue su error? En un viaje al extranjero se compró unos chocolates de Toblerone en el aeropuerto para su familia y a la hora de pagar se confundió de tarjeta pagando el Toblerone con su visa oficial de diputada en vez de con la suya personal.

Nada más llegar a casa se percató de su error y reembolsó el dinero a la tarjeta oficial. Pero ese “desliz” fue suficiente para que el pueblo sueco mostrase su rechazo a su candidatura con el argumento: quien no sabe manejar correctamente las cuentas “de casa”, ¿cómo será capaz de llevar las cuentas de la nación?

A buen entendedor, pocas palabras.— Barbara Dührkop. Exdiputada al Parlamento Europeo, San Sebastián.