La lucha contra la corrupción

La lucha contra la corrupción en nuestro país ha sufrido, una vez más, un duro golpe: leo en EL PAÍS que el Tribunal Supremo ha rebajado la pena, impuesta por la Audiencia de Palma, al expresidente balear Jaume Matas, de seis años de cárcel a nueve meses. El Supremo admite los hechos, pero no los considera delito. Por lo visto, a partir de ahora —ya que la sentencia creará jurisprudencia— se puede amañar un concurso público para favorecer a un amigo, en este caso el periodista Antonio Alemany, que cobró casi 200.000 euros de dinero público, y pagar, mediante un contrato simulado, a la empresa ...

La lucha contra la corrupción en nuestro país ha sufrido, una vez más, un duro golpe: leo en EL PAÍS que el Tribunal Supremo ha rebajado la pena, impuesta por la Audiencia de Palma, al expresidente balear Jaume Matas, de seis años de cárcel a nueve meses. El Supremo admite los hechos, pero no los considera delito. Por lo visto, a partir de ahora —ya que la sentencia creará jurisprudencia— se puede amañar un concurso público para favorecer a un amigo, en este caso el periodista Antonio Alemany, que cobró casi 200.000 euros de dinero público, y pagar, mediante un contrato simulado, a la empresa interpuesta una suculenta comisión también, cómo no, con el dinero de todos.

No me extraña la mala fama que se está ganando a pulso nuestra justicia. La impunidad, incluidos los indultos si llegan a ser condenados, anima a los futuros corruptos a delinquir.— Juan Antonio Melero Ginzo.