Una casa en una caja
Sale el falso techo y
entra la caja, un cubo de arce que encierra la cocina, un baño, un armario, la
ducha y un lavadero. El resto de la vivienda -la sala de estar, un dormitorio y
un comedor- está organizado en torno a ese cubo: en el espacio periférico del
corazón del piso. La salida del falso techo deja vistas unas cerchas y vigas de
madera. Ese espacio corona y libera la caja de arce. Permite que un piso de 53
metros cuadrados se viva como un espacio amplio.
La arquitecta...
Sale el falso techo y entra la caja, un cubo de arce que encierra la cocina, un baño, un armario, la ducha y un lavadero. El resto de la vivienda -la sala de estar, un dormitorio y un comedor- está organizado en torno a ese cubo: en el espacio periférico del corazón del piso. La salida del falso techo deja vistas unas cerchas y vigas de madera. Ese espacio corona y libera la caja de arce. Permite que un piso de 53 metros cuadrados se viva como un espacio amplio.
La arquitecta Gracia Amandi ha firmado, en el centro de Vigo, esta rehabilitación en la que también ha trabajado Jorge de Uña. Aunque la limpieza inicial fue necesaria para poder ubicar luego la caja, no fue esta una operación de vaciado total sino más bien un trabajo cuidadoso y juicioso con el que se trató explotar las posibilidades del lugar sin despreciar su memoria. Así, la rehabilitación se convirtió en reciclaje cuando los arquitectos recuperaron las contraventanas (lijándolas) y la puerta de acceso reparándola y repintándola. Mejoraron también el ahorro energético: aislando la casa con lana de roca oculta en todo el perímetro y empleando un falso techo de placa de yeso sobre perfil metálico con poliestireno expandido en el centro, entre correas en cubierta.
El precio final, según arquitectos: 710 euros metro cuadrado (incluidos cocina equipada, mobiliario fijo e iluminación –leds-) es otro de los puntos fuertes de esta rotunda intervención.