3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Periodismo y lucha contra la pobreza

La crisis global ha afectado profundamente al modelo de negocio de los soportes informativos. “No es lo mismo comunicación que información. Ahora tenemos medios de comunicación cuyo objetivo es más que el meramente informativo. Y ahí es donde todo el sistema se pervierte porque aparecen intereses otros que el de informar a los ciudadanos de lo que está pasando en el mundo”, me comentaba el fotoperiodista Gabriel Pecot el otro día.

El origen de toda esta disfunción puede ser la falta de recursos económicos. Un reportero necesita como mínimo de par de semanas de trabajo para desarrollar un contenido de calidad. Si el tema es internacional a estas dos semanas de trabajo hay que añadirle el viaje, y la estancia y los días en terreno. Estas necesidades chocan frontalmente con las capacidades actuales de los grandes medios que en su mayoría están reduciendo plantillas y recursos. A lo ya descrito se suma además la existencia de una mayor dependencia de la publicidad y por lo tanto de los anunciantes.El resultado son contenidos cada vez más locales y más superficiales.

Esto afecta profundamente al trabajo de las organizaciones que trabajan en el tercer y cuarto sector. Lo que nos se comunica no existe y ojos que no ven, corazón que no siente. Y esto se agrava con la complejidad de los problemas a los que las organizaciones se enfrenten. La voluntad social de resolver un problema está estrechamente ligada a la información que haya sobre el mismo y el espacio que esta ocupe en la agenda pública.

Las buenas noticias son que toda crisis es una oportunidad y que en este contexto están surgiendo con una fuerza inigualable nuevos productos que reivindican el periodismo de calidad, el “periodismo comprometido”. Cuando preguntas a un periodista sobre el término “periodismo comprometido” te suele responder que es redundante, todo periodismo debería ser comprometido. Alguno pregunta ¿comprometido con qué?...un grupo de periodistas analizaban este nuevo concepto nacido de la voluntad de abrir un debate sobre la crisis de contenidos y su efecto en los más vulnerables. Entre otras se perfilaban las conclusiones de que el periodismo debía ser comprometido con el lector y como decía el periodista Enrique Meneses, duro con los poderos y suave con los débiles. El periodismo comprometido es también el que marca la agenda, el que busca el dato y rechaza la filtración. Es un periodismo de crónica, dedica el tiempo necesario al problema y a su contexto. Y tiene una exigencia ética muy elevada. “Es un sueño” afirmaba la periodista Marta Nebot.

Sea como fuere todos aquellos que trabajamos por hacer de este un mundo más justo tenemos una responsabilidad directa en la supervivencia de este tipo de periodismo. Debemos fomentarlo y encumbrarlo. Tenemos que olvidarnos de usar el periodismo como una herramienta de comunicación, como un instrumento de marketing y concentrar nuestros esfuerzos en que los contenidos, las historias que inspiraron la creación de nuestras estructuras ocupen un espacio relevante los soportes informativos. Debemos mimarlo, leerlo, difundirlo y premiarlo. Debemos recordar que forma parte de nuestro trabajo visibilizar los problemas con los enfrentamos.

El periodista Juan Luis Sánchez señalaba que lo que hacen falta son estructuras sostenibles que sean capaces de soportar este tipo de periodismo. Que dichas estructuras nazcan y se consoliden también es nuestra responsabilidad. Los nuevos soportes que acogen nuevas narrativas representan un contra poder que debemos fomentar porque esto solo puede llevar un enriquecimiento y mejora de los contenidos y de la agenda informativa.

Las organizaciones del tercer y cuarto sector tenemos que dejar de ver el periodismo con utilitarismo para nuestra creación de marca y nuestra captación. El periodismo es lo único que conseguirá que nuestra función no se desvirtúe. De su calidad depende que valores como la solidaridad, la equidad o la justicia, se mantengan vivos y rijan la conciencia colectiva.

Si les interesa este tema les recomiendo que visiten las páginas de periodismo comprometido y de grandes reportajes de Intermon Oxfam.

Comentarios

Aun este tipo de periodismo parecería utópico, los periodistas de conciencia moral, los de vocación genuina, y aun los que no, debemos hacer de este periodismo una realidad.
Aun este tipo de periodismo parecería utópico, los periodistas de conciencia moral, los de vocación genuina, y aun los que no, debemos hacer de este periodismo una realidad.
Aun este tipo de periodismo parecería utópico, los periodistas de conciencia moral, los de vocación genuina, y aun los que no, debemos hacer de este periodismo una realidad.

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