Cartas al director

Sátrapas

Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra, en su artículo Cuelgamuros ofende la memoria (EL PAÍS, 28-6-2013), califica a José Antonio Primo de Rivera de, “sátrapa”. “Sátrapa”, según el Diccionario, es, entre otras acepciones, “el que gobierna despóticamente”. Y José Antonio Primo de Rivera ni fue buen gobernante, ni gobernante déspota por la sencilla razón de que “no gobernó”. Y un tribunal de los que gobernaban España, en parte, entonces, le condenó a muerte y fue fusilado en la cárcel de Alicante —donde estaba preso— en 1936. Y aunq...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra, en su artículo Cuelgamuros ofende la memoria (EL PAÍS, 28-6-2013), califica a José Antonio Primo de Rivera de, “sátrapa”. “Sátrapa”, según el Diccionario, es, entre otras acepciones, “el que gobierna despóticamente”. Y José Antonio Primo de Rivera ni fue buen gobernante, ni gobernante déspota por la sencilla razón de que “no gobernó”. Y un tribunal de los que gobernaban España, en parte, entonces, le condenó a muerte y fue fusilado en la cárcel de Alicante —donde estaba preso— en 1936. Y aunque los falangistas cometieron muchos crímenes en la guerra no fueron imputables a José Antonio. Asimismo, dice Marc Carrillo que Cuelgamuros fue “construido con la mano de obra de presos republicanos”. Como lector de EL PAÍS tomo a mano un artículo de opinión, La verdad del Valle, de Juan A. Mayor de la Torre, periodista (EL PAÍS, 8-5-2005), en pleno debate de este periódico sobre “¿Qué hacer con el Valle de los Caídos?”.

Decía Juan A. Mayor de la Torre: “Es cierto que en su construcción trabajaron presos políticos. Y también presos comunes. Pero ni unos ni otros forzosos, sino voluntarios”; “pudieron acogerse a redimir penas por el trabajo”. Quienes lo hicieron, políticos o comunes, contaron tres días por cada uno trabajado, con lo que reducían a un tercio su condena. Recibían un pequeño salario. El número total de obreros que trabajaron en las obras del Valle fue de 2.643, de los que solamente 243 fueron penados.— Jorge Garay Zabala. Getxo, Bizkaia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En