Grecia: sin televisión pública

Soy trabajadora de Televisión Española. Escribo estas letras minutos después de la concentración que hemos realizado los trabajadores de Torrespaña convocados por el comité de empresa de RTVE en solidaridad con los trabajadores de la Radiotelevisión pública griega (ERT).

Es una de las peores concentraciones a las que he asistido en mi vida, por tres razones:

Primero, porque pensar en esos 2.000 trabajadores que de la noche a la mañana se han quedado sin trabajo me llena de congoja, por ellos y sus familias.

Segundo, porque tras 75 años de ejercicio como televisión pública ...

Soy trabajadora de Televisión Española. Escribo estas letras minutos después de la concentración que hemos realizado los trabajadores de Torrespaña convocados por el comité de empresa de RTVE en solidaridad con los trabajadores de la Radiotelevisión pública griega (ERT).

Es una de las peores concentraciones a las que he asistido en mi vida, por tres razones:

Primero, porque pensar en esos 2.000 trabajadores que de la noche a la mañana se han quedado sin trabajo me llena de congoja, por ellos y sus familias.

Segundo, porque tras 75 años de ejercicio como televisión pública que hacían posible su democracia, hoy los griegos se han quedado huérfanos de ese derecho fundamental: tener una radiotelevisión pública.

Por último, porque la UE no ha hecho ni hará nada, Bruselas manda recortes y lo que hay que recortar es lo público, pero a la Unión Europea le da igual. Cuando en un informe dentro de dos o tres años se diga “que hubo un error de cálculo...”, ¿quién repondrá todo el daño personal y democrático que se está haciendo al pueblo griego?

Bruselas está matando uno a uno los derechos de los europeos. No dejemos que siga avanzando esta sinrazón.— Lourdes Ripollés. Trabajadora de RTVE.