Cartas al director

Qué fácil es criticar y qué difícil decidir

Escuchaba en televisión, a raíz de la polémica ley del aborto, el testimonio de Isabel, una chica que explicaba por qué ella abortó al saber que el hijo que esperaba tenía una malformación muy grave. Yo siempre he dicho que no abortaría aunque esperara un hijo con alguna enfermedad, pero el testimonio de esta chica me ha hecho pensar.

Durante toda mi vida he defendido el derecho a vivir casi tanto como el derecho a decidir. Médicamente algunos de mis hermanos y yo teníamos todos los números para nacer con alguna malformación y, gracias a que mi madre decidió seguir adelante con el embar...

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Escuchaba en televisión, a raíz de la polémica ley del aborto, el testimonio de Isabel, una chica que explicaba por qué ella abortó al saber que el hijo que esperaba tenía una malformación muy grave. Yo siempre he dicho que no abortaría aunque esperara un hijo con alguna enfermedad, pero el testimonio de esta chica me ha hecho pensar.

Durante toda mi vida he defendido el derecho a vivir casi tanto como el derecho a decidir. Médicamente algunos de mis hermanos y yo teníamos todos los números para nacer con alguna malformación y, gracias a que mi madre decidió seguir adelante con el embarazo, ahora somos personas adultas, sanas, formadas y que hemos tenido la posibilidad de tener una vida. Por este motivo cada vez que surgía la discusión de aborto sí, aborto no, yo me decantaba por el no.

Pero ahora tengo edad de ser madre, y aunque no me haga gracia ni tan siquiera plantearme la posibilidad de que pase, al oír el testimonio de Isabel me pregunto que habría hecho yo en su situación. Es cierto que no creo que hubiera sido capaz de dar el paso de abortar, me habría sentido toda la vida culpable por hacerlo pensando que quizás el médico se había equivocado y había matado a una persona sana, con derecho a tener una vida al igual que yo. Pero a la vez la entiendo, ¿quién soy yo para juzgarla?

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¿Quiénes somos nosotros para juzgar a los que, creyendo estar seguros de que su hijo va a tener una malformación grave, deciden no hacerle sufrir? Y a la vez, ¿quiénes somos para juzgar si la madre decide seguir adelante pese a todo? Es muy fácil criticar, pero muy difícil decidir.— Teresa Cerdá.

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