Modificaciones descabelladas
Los recientes cambios del IVA del sujeto pasivo, que afectan a las empresas constructoras y a sus proveedores, no solo ha sido absolutamente confusa y nefasta para los empresarios, sino también para la propia Agencia Tributaria, que ha visto durante los últimos meses una avalancha de consultas que no ha sabido ni ha podido contestar. Modificar una ley tributaria sin que la Agencia Tributaria y las empresas estén preparadas para asumirla es tan descabellado que solo es posible en el país de las medidas improvisadas.
El resultado de los primeros meses no ha podido ser más devastador para ...
Los recientes cambios del IVA del sujeto pasivo, que afectan a las empresas constructoras y a sus proveedores, no solo ha sido absolutamente confusa y nefasta para los empresarios, sino también para la propia Agencia Tributaria, que ha visto durante los últimos meses una avalancha de consultas que no ha sabido ni ha podido contestar. Modificar una ley tributaria sin que la Agencia Tributaria y las empresas estén preparadas para asumirla es tan descabellado que solo es posible en el país de las medidas improvisadas.
El resultado de los primeros meses no ha podido ser más devastador para las empresas. Miles de ellas, con esta medida, han visto aniquilados los pocos recursos de liquidez que tenían; en muchos casos al no cobrar el IVA y teniendo que pagarlo a sus proveedores —para recuperarlo 14 meses después— han quebrado. Suena surrealista, pero es lo que está ocurriendo en estos momentos en los que el afán recaudatorio está por encima de medidas que fomenten y cuiden a las empresas y por ende a sus empleados.
Como no se rectifique esta ley, va a continuar la avalancha de quiebras y el responsable directo seguirá siendo el señor Cristóbal Montoro, al que habría que decirle que antes de tramitar una modificación tan descabellada, debería haber pensado en sus consecuencias, y además se debería haber informado debidamente a la Agencia Tributaria. Seguro que si tuviera una empresa de construcción, no habría tramitado una barbaridad similar.— Borja de Borbón Mateos.