Lady Goga pasa de tomar el té con la reina a ser vetada en Reino Unido
El avión privado de la millonaria de Kazajistán no fue autorizado a aterrizar
Nacida en Kazajistán hace 32 años, crecida en Moscú y educada en Londres, Goga Ashkenazi no es una dama cualquiera. Para empezar tiene una cuenta multimillonaria y residencias en diversos puntos del planeta, además de múltiples negocios que van desde el petróleo a la minería, pasando por la moda. Ya se sabe que las fronteras no son iguales para todos puesto que el dinero sigue marcando diferencias en ese aspecto así que una mujer como ella no debería tener problemas de inmigración. Pero esta ley no escrita q...
Nacida en Kazajistán hace 32 años, crecida en Moscú y educada en Londres, Goga Ashkenazi no es una dama cualquiera. Para empezar tiene una cuenta multimillonaria y residencias en diversos puntos del planeta, además de múltiples negocios que van desde el petróleo a la minería, pasando por la moda. Ya se sabe que las fronteras no son iguales para todos puesto que el dinero sigue marcando diferencias en ese aspecto así que una mujer como ella no debería tener problemas de inmigración. Pero esta ley no escrita que suele valer para la mayoría de las grandes fortunas parece que no está funcionando para Lady Goga, o así lo afirmaba el domingo el británico Sunday Times. Una fuente anónima citada por el diario asegura que Lady Goga tiene prohibida la entrada en el Reino Unido desde septiembre, cuando su avión privado aterrizó en suelo británico y fue obligada a dar la vuelta ante la prohibición de entrar en el país.
Según el diario, Lady Goga, que tiene pasaporte ruso, habría solicitado un visado para entrar en el Reino Unido pero se le ha denegado varias veces. No obstante, hasta ahora, siempre según el diario, habría estado entrando en el país utilizando un pasaporte panameño por el que habría pagado 463.000 euros. Se trata de un documento que puede utilizarse como segundo pasaporte y que permite saltarse los trámites del visado en muchos países que sí lo requieren. Además la millonaria también posee un pasaporte concedido por las islas St Kitts and Nevis, un paraíso fiscal del Caribe donde basta con invertir la nimiedad de 373.000 euros para conseguir un pasaporte que garantiza la entrada sin visado a más de un centenar de países, incluidos los europeos. La misma persona citada por el diario afirma que Lady Goga nunca lo ha usado.
De momento ella se ha limitado a negar las afirmaciones del diario y ha dicho que ha entrado dos veces en el Reino Unido desde agosto y que no tiene ningún problema de visado. “Tengo un pasaporte europeo así que no necesito visado. He entrado y salido a mi aire. No necesito apelar nada. No tengo prohibida la entrada en el país”, asegura la millonaria empresaria en declaraciones recogidas por el tabloide.
Entre los negocios que Lady Goga tiene registrados en Londres destaca una empresa de consultoría y una tienda de artículos de lujo, en los que tiene a veinte personas empleadas. Aunque quizás su bien más preciado en la capital británica, además de su piso de 32 millones, sea su amistad con el príncipe Andrés. Fue ella quien convenció a su entonces amante Timur Kulibayev, yerno del presidente de Kazajistán, para que se comprara en 2007 una de las propiedades más preciadas del duque de York, Sunninhill Park, la que fue durante quince años su residencia oficial.
Lo curioso es que se le atribuye haber conseguido que Kulibayev pagara 17 millones por la mansión, 3,5 millones más que su precio de mercado, aunque todo se hizo a través de paraísos fiscales. Oficialmente, el nuevo dueño sigue siendo anónimo. Pero sí se sabe que después de aquella supuesta transacción ella y el príncipe Andrés comenzaron a frecuentarse. Él la invitó a conocer a la reina. Ella le invitó a su 30 cumpleaños y él a su vez quiso que ella estuviera presente en la fiesta de su 50 cumpleaños.
Lo último que supimos de ella fue su fugaz noviazgo con el heredero de los Agnelli, Lapo Elkann, Su relación salió a la luz tras el robo que sufrieron en Punta del Este. El balance del botín: 17 joyas por un valor total de 3,5 millones. Los ladrones, además, encontraron en su bolso 25.000 euros.
Parece difícil entender por qué una mujer con su dinero e influencias tendría prohibido el ingreso en el Reino Unido.