El acento

Esa fragata queda arrestada

Emoción y nervios en Argentina por la retención de su buque escuela en un puerto africano

SOLEDAD CALÉS

Aunque llevamos bastante aprendido sobre el endeudamiento público y los riesgos de vivir a crédito, nunca se termina de saber lo suficiente sobre los tenedores de la deuda soberana. De ahí la sacudida sufrida por Argentina al enterarse de que un bien simbólico y conocido por la población se queda inmovilizado en el extranjero y que ni siquiera el Estado es capaz de impedirlo. Así ocurre con la fragata Libertad, en la que se han formado miles de marinos, que tras un periplo de cuatro meses en los que ha tocado varios países, España entre ellos, se ha visto arrestada al recalar...

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Aunque llevamos bastante aprendido sobre el endeudamiento público y los riesgos de vivir a crédito, nunca se termina de saber lo suficiente sobre los tenedores de la deuda soberana. De ahí la sacudida sufrida por Argentina al enterarse de que un bien simbólico y conocido por la población se queda inmovilizado en el extranjero y que ni siquiera el Estado es capaz de impedirlo. Así ocurre con la fragata Libertad, en la que se han formado miles de marinos, que tras un periplo de cuatro meses en los que ha tocado varios países, España entre ellos, se ha visto arrestada al recalar en el golfo de Guinea. Concretamente, en un puerto de Ghana.

En 2001 y 2002, Argentina sufrió la mayor suspensión de pagos de la historia. El grueso de los acreedores aceptó quitas importantes, pero un fondo norteamericano insiste en recuperar todo lo que entiende que le corresponde. Una misión oficial argentina ha fracasado en el intento de conseguir que Ghana libere el barco sin pagar la fianza de 20 millones de dólares exigida por un juez. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se niega a pagar a un “fondo buitre”, tal como califica al perseguidor de las propiedades del Estado argentino.

Mientras 300 marinos permanecen atrapados en la escala africana, los nervios se desatan en Buenos Aires. El Gobierno trata de hacer valer el carácter de buque de guerra de la fragata retenida, y por tanto el amparo de que goza a tenor de las leyes internacionales. Ha ordenado varias destituciones en la Armada, tratando de señalar culpables entre las autoridades que organizaron el viaje del Libertad sin tener en cuenta los puntos débiles donde el viaje de instrucción podía convertirse en pesadilla.

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No es la primera vez que los símbolos de la potencia pública se ven mezclados con vulgares problemas del vil metal. En 2000 y 2001, un inversor suizo trató de embargar un buque escuela y dos cazas de combate rusos en Francia, sin lograrlo, porque las autoridades de este país se las arreglaron para ahorrarle el ridículo a Rusia. Por el contrario, Ghana no parece muy impresionada con Argentina. Debe doler más cuando este país acaba de obtener un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

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