Cartas al director

Repugnancia

Algo más que eso fue lo que sentí al oír la expresada opinión del ya expresidente del Consejo General de la Cuidadanía Española en el Exterior Castelao Bargaña: “Las mujeres son como las leyes, están para violarlas”. Son varios los adjetivos que se me ocurren para catalogar a este hombre, que no señor; un personaje que supuestamente trabajaba para el bien de los ciudadanos y, subrayo, ciudadanas. Pero, más allá del más que inoportuno símil, lo que desprendo es que un cargo público se posiciona en contra de las leyes, en contra de la democracia y ensalza la agresión hacia la mujer. Espero que l...

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Algo más que eso fue lo que sentí al oír la expresada opinión del ya expresidente del Consejo General de la Cuidadanía Española en el Exterior Castelao Bargaña: “Las mujeres son como las leyes, están para violarlas”. Son varios los adjetivos que se me ocurren para catalogar a este hombre, que no señor; un personaje que supuestamente trabajaba para el bien de los ciudadanos y, subrayo, ciudadanas. Pero, más allá del más que inoportuno símil, lo que desprendo es que un cargo público se posiciona en contra de las leyes, en contra de la democracia y ensalza la agresión hacia la mujer. Espero que la ministra Fátima Báñez conozca mejor a quién “elige” para ocupar un cargo pagado por todos los ciudadanos y, vuelvo a destacar, ciudadanas. Luego se preguntan por la desafección política.— Marta Castillo.

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