Respuestas de Iberia
Algunos con cierta persistencia se afanan en extender en medios de comunicación la idea de que British Airways está exprimiendo a Iberia con el objeto de liquidarla y hacerla desaparecer del mapa. Para ello utilizan argumentos simples y tendenciosos, la mayor parte de las veces falsos y de fácil comprobación. A saber, que los directivos de Iberia están a sueldo de British y cobran por liquidar nuestra compañía; que British se está comiendo las rutas y la caja de Iberia y mientras ellos crecen nosotros nos empequeñecemos; y, finalmente, la única pretensión de los ingleses es convertirnos en una...
Algunos con cierta persistencia se afanan en extender en medios de comunicación la idea de que British Airways está exprimiendo a Iberia con el objeto de liquidarla y hacerla desaparecer del mapa. Para ello utilizan argumentos simples y tendenciosos, la mayor parte de las veces falsos y de fácil comprobación. A saber, que los directivos de Iberia están a sueldo de British y cobran por liquidar nuestra compañía; que British se está comiendo las rutas y la caja de Iberia y mientras ellos crecen nosotros nos empequeñecemos; y, finalmente, la única pretensión de los ingleses es convertirnos en una pequeña compañía low cost mientras ellos se quedan con lo mollar de nuestro negocio y de nuestros activos.
Pues bien, lo que estas voces interesadas no dicen es que Iberia pierde cada día que pasa más de un millón y medio de euros (263 millones en los primeros seis meses de este año) y que con la actual estructura de costes y de ingresos, cuanto más vuela más pierde. Solo de quienes trabajamos en Iberia depende el futuro de esta empresa, hoy afectada por un entorno de atonía económica, precios altos de combustible y crisis generalizada del sector. Por tanto, si queremos sobrevivir y salvar Iberia tendremos que volver a ser rentables, y para ser rentables, tendremos que ser competitivos, y si para ello hay que repensar el tamaño de compañía, pues se hará.
Lamentablemente, los intentos de esta compañía por volver a la senda de la rentabilidad —por cierto, cuyos gestores están también presentes en los órganos de gestión y dirección de IAG y, por tanto, cobran en consecuencia a la ampliación de sus responsabilidades y por debajo de la media del sector— han sido permanentemente boicoteados por el sindicato de pilotos con huelgas abusivas e injustificadas. El resultado está a la vista: una cuenta de resultados insostenible que precisa de una cirugía rápida y profunda para que no se coma la caja que aún tenemos. De lo contrario, los días de Iberia sí que estarán contados. Y eso es lo único que no queremos la inmensa mayoría de los trabajadores de Iberia, que deseamos y trabajamos día a día por una compañía más grande y líder en los mercados en los que durante muchos años hemos sido imbatibles.— Luis Díaz Güell. Director de Comunicación de Iberia.