Telecinco se libra de pagar 100.000 euros a Gonzalo Miró

A Gonzalo Miró nunca le ha gustado ser noticia por sus noviazgos. Tampoco aparecer en las revistas del corazón ni en los programas rosas. Celoso de su vida privada, acaba de recibir un varapalo judicial. El expresentador de Las mañanas de Cuatro, con Concha García Campoy al frente, reclamaba a Telecinco 100.000 euros de indemnización por la difusión en tres espacios de la televisión de unas fotografías tomadas en una discoteca junto a la que entonces era ...

A Gonzalo Miró nunca le ha gustado ser noticia por sus noviazgos. Tampoco aparecer en las revistas del corazón ni en los programas rosas. Celoso de su vida privada, acaba de recibir un varapalo judicial. El expresentador de Las mañanas de Cuatro, con Concha García Campoy al frente, reclamaba a Telecinco 100.000 euros de indemnización por la difusión en tres espacios de la televisión de unas fotografías tomadas en una discoteca junto a la que entonces era su pareja, Eugenia Martínez de Irujo. El hijo de la directora Pilar Miró consideraba que la difusión de las imágenes constituían una intromisión ilegítima en su intimidad y en su derecho a la propia imagen.

Ahora, el Tribunal Supremo ha absuelto a la cadena de Mediaset de la demanda interpuesta por   Miró al considerar que, en este caso, el derecho a la información debe prevalecer sobre el derecho a la intimidad y a la imagen. Así, el alto tribunal confirma que no se ha vulnerado su intimidad, puesto que las imágenes de un personaje de notoriedad pública como Gonzalo Miró emitidas en Salsa Rosa, Aquí hay tomate y TNT no revelaron nada que no hubiera trascendido a la opinión pública con anterioridad a raíz de una información exclusiva publicada por Hola. La revista ya había dado a conocer la relación sentimental que ambos mantuvieron. Además, considera que no se ha infringido su derecho a la propia imagen, puesto que las instantáneas fueron tomadas en lugares públicos.

El fallo del Supremo se produce días después de otra sentencia a favor de Telecinco, en este caso protagonizada por Pepe Navarro, que también reclamaba 100.000 euros al entender que las declaraciones de una entrevistada en Aquí hay tomate habían vulnerado su derecho al honor.