Locutor de alta costura
Karl Lagerfeld comentará en Francia el Jubileo de Isabel II
Los franceses más criticones están de enhorabuena. Karl Lagerfeld ha aceptado repetir el papel de comentarista de moda en la cadena France 2, que con tanto éxito llevó a cabo el año pasado durante la boda de Kate y Guillermo. Y lo hará, justamente, durante la transmisión de otro gran evento de la monarquía británica: la celebración del Jubileo de diamante de la reina Isabel, el próximo 3 de junio.
“Comentar actos como estos es divertido porque puedo hacer chistes”, explicó el otoño pasado el diseñador alemán...
Los franceses más criticones están de enhorabuena. Karl Lagerfeld ha aceptado repetir el papel de comentarista de moda en la cadena France 2, que con tanto éxito llevó a cabo el año pasado durante la boda de Kate y Guillermo. Y lo hará, justamente, durante la transmisión de otro gran evento de la monarquía británica: la celebración del Jubileo de diamante de la reina Isabel, el próximo 3 de junio.
“Comentar actos como estos es divertido porque puedo hacer chistes”, explicó el otoño pasado el diseñador alemán de la firma Chanel. “Y los chistes de la peor clase no están reñidos con mi mentalidad”, añadió.
Fueron precisamente esas ácidas bromas las que atrajeron a más de cinco millones de espectadores hace un año a las pantallas de la televisión estatal francesa durante la emisión del enlace de los duques de Cambridge. Con un inconfundible acento germano, el káiser de la moda no dejó títere con cabeza y se cebó, por ejemplo, con los dudosos estilismos de las primas del novio, Beatriz y Eugenia, que acudieron con unos estrambóticos tocados.
“Son las elecciones de estas mujeres: las malas proporciones, los sombreros feos, las faldas cortas en piernas gordas”, comentó. Tampoco se cortó a la hora de calificar los uniformes de la guardia real británica y el duque de Edimburgo: “Cualquier cosa es mejor que un traje feo”.
Y, cuando tocaba comentar el vestido amarillo que llevó la reina Isabel, el modisto prefirió callarse y no tener que arrepentirse, como más tarde le pasó al llamar gorda a la intocable Adele.