¿Qué pasa en… Gambia?
Hoy, 29 de marzo, Gambia celebra elecciones a la Asamblea Nacional. Estas tienen lugar cinco meses después de las presidenciales que fueron ganadas, una vez más, por Yahya Jammed, con el 72% de los votos. Su oponente, Ousanou Darboe, solo consiguió el 17%, y denunció los resultados como fraudulentos. En los anteriores comicios legislativos de 2007, el partido del Presidente, el APRC, consiguió 42 de los 48 escaños del Parlamento. Po eso, muchos tachan esta consulta como una farsa más de las muchas que se organizan en el pequeño país del África occidental.
Presidente Yahya Jammed. Foto The Telegraph
Gambia como país no tiene sentido. Es fruto de los caprichos y peleas coloniales entre metrópolis europeas. Fue cortado sobre el mapa en torno al río Gambia, en medio a Senegal. Su origen está en el tráfico de esclavos, siendo primero asentamiento portugués y más tarde colonia británica. Vive de la agricultura, la pesca y el turismo.
El país ha experimentado cierta estabilidad política desde su independencia en 1965, exceptuando un periodo de dictadura militar, tras el golpe de Estado que en 1994 dirigió Yahya Jammed. Desde entonces, él siempre ha estado en el poder. En 2001 convocó elecciones que le ratificaron como Presidente y abolió la ley que prohibía la existencia de partidos políticos. Aquella asonada militar puso fin al sueño de la Confederación de Gambia y Senegal, Senegambia.
En los últimos años, Gambia ha sufrido un proceso de deterioro de los Derechos Humanos y de la libertad de prensa y el inició de una campaña de persecución de la homosexualidad. Las críticas vertidas por algunas ONG denunciando estos abusos, han llevado al presidente Jammed a amenazarlas con la expulsión.
Recientemente, Gambia ha solicitado ayuda alimentaria tras admitir que se ha perdido el 70% de sus cosechas, sumándose así a otros países afectados por la crisis alimentaria en la franja del Sahel. Es uno de los más pobres de África, según el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas donde ocupa el puesto 168 (de 187). Solo el 40% de su población mayor de 15 años es capaz de leer y escribir y tiene una tasa de 0,038 médicos por cada mil habitantes. Es decir, que prácticamente no existen médicos en Gambia. La tasa de paro juvenil es muy alta, aunque no existen cifras oficiales; por eso muchos jóvenes sueñan con migrar. En este ambiente se desenvuelven estás elecciones en las que se elegirán 48 miembros (otros cinco son nominados directamente por el presidente) y que no están exentas de polémica.
Hay sospechas de que el censo electoral haya sido hinchado a favor del partido del Presidente. En teoría hay 869.000 votantes, del 1.840.454 de habitantes que se estima tiene el país. Parece haber indicios de que se han registrados a menores y a ciudadanos extranjeros procedentes de Senegal, Guinea Bissau, Sierra Leona y Mauritania.
Igualmente, la Comisión Electoral Independiente de Gambia (IEC) ha sido acusada de favorecer al APRC a través de dudosas maniobras, como permitir que jefes y alkalolu (jefes de aldeas) hayan recibido dinero para hacer campaña a favor del partido en el poder. Todo esto pone en entredicho la veracidad y transparencia del proceso electoral. Además, los partidos de la oposición pidieron que las elecciones se pospusieran para tener el tiempo necesario para conseguir fondos para sus campañas. La IEC no consideró su petición y decidió continuar con el proceso.
De ahí que seis de los siete partidos de la oposición hicieran un llamamiento para boicotear los comicios. Estos son Gambia Moral Congress (GMC), Gambia Party for Development and Progress (GPDP), National Alliance for Democracy and Development (NADD), People’s Democratic Organisation for Independence and Socialism (PDOIS), People’s Progressive Party (PPP) and United Democratic Party (UDP).
Solo el United Front, de Hammat Bah, ha consentido presentar candidatos en la mayoría de las 48 circunscripciones electorales del país.
Gambia es receptor de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) española dada su condición de país que puede frenar la migración subsahariana hacia nuestras costas. Se ha beneficiado del dinero de la AOD destinado al control de las fronteras, como han denunciado varias ONG españolas. En la actualidad no es un destino prioritario de la flota pesquera española, como lo fue en el pasado, ya que sus caladeros han sido sobreexplotados al igual que los de Senegal.
Sin embargo, Gambia se ha convertido en un lugar de vacaciones para muchos españoles. Aunque tras la quiebra de Spanair es más difícil y caro viajar. Desde hace ya tiempo, el país se ha impuesto como un destino privilegiado para mujeres en busca de una aventura sexual.
Gambia es un país pequeño, con poco peso y que prácticamente no importa a nadie. Además, la campaña electoral, a pesar de las acusaciones hechas por los partidos de la oposición, ha sido bastante pacífica, por lo que no ha despertado el interés de los medios de comunicación. Todo eso hará que estas elecciones pasen inadvertidas y que la farsa democrática de Yahya Jammed se prolongue en el tiempo.