Violencia de género estructural

Hace unos días asistimos a las propuestas de reforma de la ley del aborto de Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, justificándolas con el fin de proteger la maternidad y refiriéndose a la “violencia de género estructural” que supone el riesgo de ser despedidas de muchas mujeres cuando se quedan embarazadas. En la entrevista aparecida en EL PAÍS el día 11 de marzo, ante la pregunta: “¿Qué violencia de género es esa?”, contesta literalmente: “Pienso en el miedo a perder el puesto de trabajo o a no tener un empleo como consecuencia del embarazo…”.

Parece que ahora nadie (ni él mism...

Hace unos días asistimos a las propuestas de reforma de la ley del aborto de Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, justificándolas con el fin de proteger la maternidad y refiriéndose a la “violencia de género estructural” que supone el riesgo de ser despedidas de muchas mujeres cuando se quedan embarazadas. En la entrevista aparecida en EL PAÍS el día 11 de marzo, ante la pregunta: “¿Qué violencia de género es esa?”, contesta literalmente: “Pienso en el miedo a perder el puesto de trabajo o a no tener un empleo como consecuencia del embarazo…”.

Parece que ahora nadie (ni él mismo) recuerda una noticia que a mí me impactó mucho hace nueve años. Una sentencia del Tribunal Constitucional decidía el 2003 otorgar el amparo solicitado por A.I.G., jefa de la secretaría del consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, don Jesús Pedroche Nieto, contra su despido en 1995, por “estar embarazada”. Según sus propias declaraciones, A. I. G. mandó un telegrama al entonces presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, explicándole lo ocurrido. Este nunca le respondió.

Relacionando las dos situaciones, yo me pregunto: ¿es una evolución “ideológica” del señor Ruiz-Gallardón? ¿Es una incoherencia? ¿Es una hipocresía?...— Amparo Hernández García.