3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Fondos de RSC para rescatar al tercer sector

Foto: Nathalie Paco.DDM 2011, evento de marca con participación de organizaciones del Tercer Sector (Intermon Oxfam, Setem, Amigos de la Tierra)

Esta crisis económica se está convirtiendo también en la crisis de valores. El ciudadano consume menos y es más selectivo. Como afirmaba la activista india Vandana Shiva en una reciente entrevista: “la gente quiere menos capital y más bienestar”. Y busca ese bienestar también en su consumo, usando su carrito de la compra como un carro de combate.

Las grandes empresas lo saben y por eso la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), lejos de desaparecer debido a recortes presupuestarios, se está consolidando.

Una prueba de ello son los 62 millones de euros que, a la más antigua usanza, IKEA va aportar a ACNUR, batiendo un récord con la mayor donación privada de la historia de esta organización. En lugar de dividir esta aportación en multitud de proyectos, la Fundación IKEA opta por una acción de una contundencia tal que inunda los medios y las redes.

Es decir que hay dinero para RSC pero está cambiando la forma en la que las empresas quieren invertirlo. Las empresas no sólo buscan cumplir con las exigencias primarias sino que además quieren innovar, estar presentes en las redes, en los medios, conseguir premios y convencer a los más extremos detractores.

Según Eduardo Zaldivar, director de RSC de Heineken España, hoy en día el tener una política sólida de RSC es incuestionable para las empresas, se les presupone dicho esfuerzo de antemano. La dificultad radica en encontrar la forma de hacer valer dicho esfuerzo. Doing good is doing good business, es decir que las empresas buscan tener un impacto positivo en el entorno para obtener un retorno positivo en la propia empresa.

Cuando asistimos a la asfixia económica del tercer sector no podemos evitar preguntarnos porqué no están proliferando los acuerdos empresa-tercer sector que beneficien a unos y a otros.

Si la forma de invertir en social y mediambiental de las empresas está cambiando, también el tercer sector debería cambiar la forma de colaborar con el entorno empresarial. Renovarse o morir. Encontrar nuevas formulas de colaboración que beneficien a ambas partes permitiéndoles cumplir con los objetivos respectivos. En el caso de las empresas se trata de hacer las cosas bien a la par que mejoran su imagen y crean empatía con el entorno. En el caso de las ONG se trata generar sistemas de financiación que les permitan ser un poco más libres. Pero estas últimas tienen que olvidarse de tiempos pasados donde se acudía al sector privado a pedir ayuda a cambio de nada. Tienen que aprender a identificar las necesidades de las empresas y ajustar sus ofertas y sus demandas a los nuevos escenarios.

Por poner un par de ejemplos de nuevos modelos de colaboración véanse dos campañas de Coca-Cola, una desarrollada con Oxfam América, donde la ONG trabaja como una consultora externa o, a otra escala, la que esta misma marca co-diseñó hace un par de años con la gente de We Are What We Do, presentando un modelo de bebida sostenible.

El tercer sector tiene mucho que ofrecer; credibilidad, difusión en espacios inaccesibles a la empresas, conocimiento de las problemáticas sociales y ambientales y experiencia en sus soluciones.

“Si las empresas encontramos la oportunidad de sacar valor al esfuerzo que estamos realizando lo vamos a aprovechar” asegura Eduardo Zaldivar, ahora sólo falta ver si el tercer sector es también capaz de aprovechar las nuevas oportunidades que esta crisis está creando.

Porque no debemos olvidar que cuando empresas y tercer sector consiguen entenderse, no solo ganan ellos sino que gana el entorno, es decir que ganamos todos.

Comentarios

Quizá el principal problema para que las ong y las empresas consigan entenderse está en el cambio de paradigma necesario para que esto llegue a buen puerto. No se trata de poner parches o dedicar un presupuesto, se trata de entender qué papel puede tener cada uno en los cambios estructurales. Ha pasado el tiempo de los parches, las medidas cosméticas, las acciones de marketing con causa orientadas a vender más. Se trata de cambiar el modelo de negocio y presencia social de las empresas -y también de las organizaciones, por supuesto- en todo, también en lo financiero y en la forma de tratar a sus empleados. Mucho futuro, pero también mucho riesgo.
Tapad al pobre niño muerto muerto de hambre en Somalia, tapad su cuerpecito esqueletico tapad sus huesos con piel, que no se lo coman las moscas, que no se lo coman otros niños que no se lo coman los mayores todos ellos en la cola de la muerte esperando un pan que no llega un arroz que se pierde en el camino. Tapad el pobre cuerpo de este niño para que Europa no lo vea, que no lo vea Norteamerica que no lo veamos todos los de aqui los de este mundo podrido que derrocha y mata todo lo que toca. Tapad al niño muerto tapad nuestras verguenzas tapad sus manos, tapad sus dedos no vayan a acusarnos, no queremos verlo no queremos saberlo. Tapad sus grandes ojos el hambre que lo mató los hizo enormes, que no nos miren sus ojos son demasiado grandes, demasiado negros demasiado abiertos pueden ver demasiado pueden vernos desnudos y somos demasiado feos, somos demasiado gordos. Tapad el cuerpo de ese niño que no pueda denunciarnos que no nos quite el sueño que no nos quite el hambre que no nos quite el pan, el pan que tiramos cada dia antes que darselo a ellos. Tapad ese cuerpo, tapad ese niño está demasiado flaco y está clamando al cielo.
El post es muy interesante y muy actual. Desde la perspectiva de las ONG es cierto que la situación obliga a un replanteamiento de muchas cosas, y en particular de dónde se obtienen los recursos para llevar a cabo su misión.Pero ya hay organizaciones que -igual que los ejemplos del post- que no piden dinero a empresas y administraciones "a cambio de nada", sino que ofrecen unos servicios que no son más que un medio de obtener ingresos.Por poner un ejemplo, la Fundació Equilibri (donde trabajo, en Barcelona) ofrece servicios informáticos a otras ONGs, pero también a empresas y administraciones. Servicios al nivel de cualquier otra empresa informática, pero con la diferencia de que el 100% de los beneficios sirven para financiar nuestros proyectos de cooperación. Y esto lo venimos realizando desde 2003.Supongo que cada día veremos optar a más ONGs por estos tipos alternativos de financiación. Y creo que existe un aspecto de la RSC que puede ayudar mucho: la "compra responsable". Empresas y administraciones tienen todavía un camino muy importante por recorrer. Y eso que ser responsable a través de la selección de proveedores cuesta muy poco.
ética, principios, sostenibilidad, flexibilidad, conciliación, productividad, ... todo esto es la RSC y al final ¡es negocio! solo hay que mirar a medio plazo y no ser tan miopes de ver solo el corto plazo!
Ejemplo a analizar detenidamente,el de Coca-Cola. Empresa con un amplio trabajo en RSC, que a la vez, tiene un historial cuanto menos dudoso,que incluye,entre otras zonas oscuras;la existencia de empleados sindicalistas que fueron asesinados en Colombia.
En cuanto a Coca-Cola, yo la veo mas como una empresa de marketing, si viajas un poco por Africa te das cuenta del alcance que tiene y que ademas de poner sus carteles podria hacer mucho mas que fuera beneficioso tanto para las comunidades como para la propia empresa. Es verdad que las ONGs deben innovar en su manera de hacer fundraising y ser capaces de captar la atencion de las empresas que estan deseando de colaborar con ellas, trabajo en una consultora de RSC y he visto a mas ONGs que no quieren colaborar con empresas (p.ej. greenpeace) que viceversa, hay que cambiar el chip!!
El problema es estudiar más a fondo la actuación de la empresa con la que se colabora. En el caso de Coca Cola, es una empresa con muy malas actuaciones en los países del tercer mundo, donde en vez de hacerles llegar agua potable, gracias a la corrupción (ellos pagan, otros aceptan), llega más fácilmente a poblaciones remotas esta bebida y las de su grupo que el vital líquido elemento. Eso para mí nos es RSC, es engañar porque si realmente fuesen responsables, deberían hacerles llegar primero el agua, luego cuando tengan recursos, sus productos.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
Lo que intentan las empresas es recatarse a sí mismas teniendo una posición de mercado más fuerte, necesitan la marca de la solidaridad para sus negocios, son excepciones los casos que pasarían por un análisis crítico... la pena es que tantas y tantas ONGs estén estableciendo alianzas con las empresas, el modelo anglosajon se impone sin un análisis serio en el sector y a fuerza de perder credibilidad, identidad y dignidad. Necesitamos justicia y no caridad, pero las burocracias directivas de las grandes ONGs tienen que mantener el gigante.
Lo que deberían hacer los estados lo aportan las multinacionales de beneficios, con su RSC, que no llegan al estado porque ya casi no pagan impuestos, una verguenza.Por mucho bien que hagan las ONGs nunca podrán sustituir una red del estado bueno. Que pregunten a los mensajeros de la paz de Boecillo. Chapuzas.
Hay que tener cuidado con las RSC de algunas empresas y confiar en certificaciones externas para saber si una empresa tiene un compromiso real con el medioambiente
Quizá el principal problema para que las ong y las empresas consigan entenderse está en el cambio de paradigma necesario para que esto llegue a buen puerto. No se trata de poner parches o dedicar un presupuesto, se trata de entender qué papel puede tener cada uno en los cambios estructurales. Ha pasado el tiempo de los parches, las medidas cosméticas, las acciones de marketing con causa orientadas a vender más. Se trata de cambiar el modelo de negocio y presencia social de las empresas -y también de las organizaciones, por supuesto- en todo, también en lo financiero y en la forma de tratar a sus empleados. Mucho futuro, pero también mucho riesgo.
Tapad al pobre niño muerto muerto de hambre en Somalia, tapad su cuerpecito esqueletico tapad sus huesos con piel, que no se lo coman las moscas, que no se lo coman otros niños que no se lo coman los mayores todos ellos en la cola de la muerte esperando un pan que no llega un arroz que se pierde en el camino. Tapad el pobre cuerpo de este niño para que Europa no lo vea, que no lo vea Norteamerica que no lo veamos todos los de aqui los de este mundo podrido que derrocha y mata todo lo que toca. Tapad al niño muerto tapad nuestras verguenzas tapad sus manos, tapad sus dedos no vayan a acusarnos, no queremos verlo no queremos saberlo. Tapad sus grandes ojos el hambre que lo mató los hizo enormes, que no nos miren sus ojos son demasiado grandes, demasiado negros demasiado abiertos pueden ver demasiado pueden vernos desnudos y somos demasiado feos, somos demasiado gordos. Tapad el cuerpo de ese niño que no pueda denunciarnos que no nos quite el sueño que no nos quite el hambre que no nos quite el pan, el pan que tiramos cada dia antes que darselo a ellos. Tapad ese cuerpo, tapad ese niño está demasiado flaco y está clamando al cielo.
El post es muy interesante y muy actual. Desde la perspectiva de las ONG es cierto que la situación obliga a un replanteamiento de muchas cosas, y en particular de dónde se obtienen los recursos para llevar a cabo su misión.Pero ya hay organizaciones que -igual que los ejemplos del post- que no piden dinero a empresas y administraciones "a cambio de nada", sino que ofrecen unos servicios que no son más que un medio de obtener ingresos.Por poner un ejemplo, la Fundació Equilibri (donde trabajo, en Barcelona) ofrece servicios informáticos a otras ONGs, pero también a empresas y administraciones. Servicios al nivel de cualquier otra empresa informática, pero con la diferencia de que el 100% de los beneficios sirven para financiar nuestros proyectos de cooperación. Y esto lo venimos realizando desde 2003.Supongo que cada día veremos optar a más ONGs por estos tipos alternativos de financiación. Y creo que existe un aspecto de la RSC que puede ayudar mucho: la "compra responsable". Empresas y administraciones tienen todavía un camino muy importante por recorrer. Y eso que ser responsable a través de la selección de proveedores cuesta muy poco.
ética, principios, sostenibilidad, flexibilidad, conciliación, productividad, ... todo esto es la RSC y al final ¡es negocio! solo hay que mirar a medio plazo y no ser tan miopes de ver solo el corto plazo!
Ejemplo a analizar detenidamente,el de Coca-Cola. Empresa con un amplio trabajo en RSC, que a la vez, tiene un historial cuanto menos dudoso,que incluye,entre otras zonas oscuras;la existencia de empleados sindicalistas que fueron asesinados en Colombia.
En cuanto a Coca-Cola, yo la veo mas como una empresa de marketing, si viajas un poco por Africa te das cuenta del alcance que tiene y que ademas de poner sus carteles podria hacer mucho mas que fuera beneficioso tanto para las comunidades como para la propia empresa. Es verdad que las ONGs deben innovar en su manera de hacer fundraising y ser capaces de captar la atencion de las empresas que estan deseando de colaborar con ellas, trabajo en una consultora de RSC y he visto a mas ONGs que no quieren colaborar con empresas (p.ej. greenpeace) que viceversa, hay que cambiar el chip!!
El problema es estudiar más a fondo la actuación de la empresa con la que se colabora. En el caso de Coca Cola, es una empresa con muy malas actuaciones en los países del tercer mundo, donde en vez de hacerles llegar agua potable, gracias a la corrupción (ellos pagan, otros aceptan), llega más fácilmente a poblaciones remotas esta bebida y las de su grupo que el vital líquido elemento. Eso para mí nos es RSC, es engañar porque si realmente fuesen responsables, deberían hacerles llegar primero el agua, luego cuando tengan recursos, sus productos.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
Lo que intentan las empresas es recatarse a sí mismas teniendo una posición de mercado más fuerte, necesitan la marca de la solidaridad para sus negocios, son excepciones los casos que pasarían por un análisis crítico... la pena es que tantas y tantas ONGs estén estableciendo alianzas con las empresas, el modelo anglosajon se impone sin un análisis serio en el sector y a fuerza de perder credibilidad, identidad y dignidad. Necesitamos justicia y no caridad, pero las burocracias directivas de las grandes ONGs tienen que mantener el gigante.
Lo que deberían hacer los estados lo aportan las multinacionales de beneficios, con su RSC, que no llegan al estado porque ya casi no pagan impuestos, una verguenza.Por mucho bien que hagan las ONGs nunca podrán sustituir una red del estado bueno. Que pregunten a los mensajeros de la paz de Boecillo. Chapuzas.
Hay que tener cuidado con las RSC de algunas empresas y confiar en certificaciones externas para saber si una empresa tiene un compromiso real con el medioambiente
Quizá el principal problema para que las ong y las empresas consigan entenderse está en el cambio de paradigma necesario para que esto llegue a buen puerto. No se trata de poner parches o dedicar un presupuesto, se trata de entender qué papel puede tener cada uno en los cambios estructurales. Ha pasado el tiempo de los parches, las medidas cosméticas, las acciones de marketing con causa orientadas a vender más. Se trata de cambiar el modelo de negocio y presencia social de las empresas -y también de las organizaciones, por supuesto- en todo, también en lo financiero y en la forma de tratar a sus empleados. Mucho futuro, pero también mucho riesgo.
Tapad al pobre niño muerto muerto de hambre en Somalia, tapad su cuerpecito esqueletico tapad sus huesos con piel, que no se lo coman las moscas, que no se lo coman otros niños que no se lo coman los mayores todos ellos en la cola de la muerte esperando un pan que no llega un arroz que se pierde en el camino. Tapad el pobre cuerpo de este niño para que Europa no lo vea, que no lo vea Norteamerica que no lo veamos todos los de aqui los de este mundo podrido que derrocha y mata todo lo que toca. Tapad al niño muerto tapad nuestras verguenzas tapad sus manos, tapad sus dedos no vayan a acusarnos, no queremos verlo no queremos saberlo. Tapad sus grandes ojos el hambre que lo mató los hizo enormes, que no nos miren sus ojos son demasiado grandes, demasiado negros demasiado abiertos pueden ver demasiado pueden vernos desnudos y somos demasiado feos, somos demasiado gordos. Tapad el cuerpo de ese niño que no pueda denunciarnos que no nos quite el sueño que no nos quite el hambre que no nos quite el pan, el pan que tiramos cada dia antes que darselo a ellos. Tapad ese cuerpo, tapad ese niño está demasiado flaco y está clamando al cielo.
El post es muy interesante y muy actual. Desde la perspectiva de las ONG es cierto que la situación obliga a un replanteamiento de muchas cosas, y en particular de dónde se obtienen los recursos para llevar a cabo su misión.Pero ya hay organizaciones que -igual que los ejemplos del post- que no piden dinero a empresas y administraciones "a cambio de nada", sino que ofrecen unos servicios que no son más que un medio de obtener ingresos.Por poner un ejemplo, la Fundació Equilibri (donde trabajo, en Barcelona) ofrece servicios informáticos a otras ONGs, pero también a empresas y administraciones. Servicios al nivel de cualquier otra empresa informática, pero con la diferencia de que el 100% de los beneficios sirven para financiar nuestros proyectos de cooperación. Y esto lo venimos realizando desde 2003.Supongo que cada día veremos optar a más ONGs por estos tipos alternativos de financiación. Y creo que existe un aspecto de la RSC que puede ayudar mucho: la "compra responsable". Empresas y administraciones tienen todavía un camino muy importante por recorrer. Y eso que ser responsable a través de la selección de proveedores cuesta muy poco.
ética, principios, sostenibilidad, flexibilidad, conciliación, productividad, ... todo esto es la RSC y al final ¡es negocio! solo hay que mirar a medio plazo y no ser tan miopes de ver solo el corto plazo!
Ejemplo a analizar detenidamente,el de Coca-Cola. Empresa con un amplio trabajo en RSC, que a la vez, tiene un historial cuanto menos dudoso,que incluye,entre otras zonas oscuras;la existencia de empleados sindicalistas que fueron asesinados en Colombia.
En cuanto a Coca-Cola, yo la veo mas como una empresa de marketing, si viajas un poco por Africa te das cuenta del alcance que tiene y que ademas de poner sus carteles podria hacer mucho mas que fuera beneficioso tanto para las comunidades como para la propia empresa. Es verdad que las ONGs deben innovar en su manera de hacer fundraising y ser capaces de captar la atencion de las empresas que estan deseando de colaborar con ellas, trabajo en una consultora de RSC y he visto a mas ONGs que no quieren colaborar con empresas (p.ej. greenpeace) que viceversa, hay que cambiar el chip!!
El problema es estudiar más a fondo la actuación de la empresa con la que se colabora. En el caso de Coca Cola, es una empresa con muy malas actuaciones en los países del tercer mundo, donde en vez de hacerles llegar agua potable, gracias a la corrupción (ellos pagan, otros aceptan), llega más fácilmente a poblaciones remotas esta bebida y las de su grupo que el vital líquido elemento. Eso para mí nos es RSC, es engañar porque si realmente fuesen responsables, deberían hacerles llegar primero el agua, luego cuando tengan recursos, sus productos.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
No nos engañemos, ni que nos engañen. La empresa ideal sería aquella que no tuviese RSC. Ello significaría que incorpora políticas y prácticas social y medioambientalmente sostenibles en todos sus departamentos y cadena de producción o nivel de servicios. No le haría falta un departamento específico para lavar su imagen porque su propia imagen y su práctica hablarían por si sólas.
Lo que intentan las empresas es recatarse a sí mismas teniendo una posición de mercado más fuerte, necesitan la marca de la solidaridad para sus negocios, son excepciones los casos que pasarían por un análisis crítico... la pena es que tantas y tantas ONGs estén estableciendo alianzas con las empresas, el modelo anglosajon se impone sin un análisis serio en el sector y a fuerza de perder credibilidad, identidad y dignidad. Necesitamos justicia y no caridad, pero las burocracias directivas de las grandes ONGs tienen que mantener el gigante.
Lo que deberían hacer los estados lo aportan las multinacionales de beneficios, con su RSC, que no llegan al estado porque ya casi no pagan impuestos, una verguenza.Por mucho bien que hagan las ONGs nunca podrán sustituir una red del estado bueno. Que pregunten a los mensajeros de la paz de Boecillo. Chapuzas.
Hay que tener cuidado con las RSC de algunas empresas y confiar en certificaciones externas para saber si una empresa tiene un compromiso real con el medioambiente

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