Maniobra desesperada para no dar positivo

Un total de 150 euros era la cantidad con la que Wilmar Alberto L.U., de 24 años, pretendía sobornar a dos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana para que no le sometieran a la prueba de alcoholemia. Los policías del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) desoyeron su amable petición lo que arrojó, tras realizarle la prueba de alcoholemia, que presentaba el triple de alcohol permitido y que había conducido de forma negligente, por lo que fue detenido. Cuando le detuvieron conducía a gran velocidad, iba hablando por el móvil y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, carece de c...

Un total de 150 euros era la cantidad con la que Wilmar Alberto L.U., de 24 años, pretendía sobornar a dos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana para que no le sometieran a la prueba de alcoholemia. Los policías del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) desoyeron su amable petición lo que arrojó, tras realizarle la prueba de alcoholemia, que presentaba el triple de alcohol permitido y que había conducido de forma negligente, por lo que fue detenido. Cuando le detuvieron conducía a gran velocidad, iba hablando por el móvil y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, carece de carné de conducir.

Los hechos ocurrieron la noche pasada cuando los agentes del GAC vieron cómo un coche iba circulando de forma irregular por una de las calles del distrito de Latina, por lo que decidieron detener al conductor. Este, que presentaba unas pupilas muy dilatadas y un habla pastosa, no logró mantener la verticalidad cuando salió del coche. Insistió a los agentes en que les daría 150 euros si "se olvidaban del tema". Los funcionarios le detuvieron y, tras realizarle la prueba, comprobaron que superaba los 0,75 miligramos de alcohol por aire expirado cuando la tasa está en 0,25. Fue detenido y acusado de al menos dos delitos contra la seguridad vial.