30.000 tesoros para los amantes del coleccionismo

La Almoneda de Madrid, que estará abierta hasta el día 6, celebra mañana un día con la entrada gratis

Los amantes del coleccionismo vuelven desde a exponer y admirar sus tesoros en la feria Almoneda de Madrid, donde desde el viernes y hasta el 6 de abril están a la venta 30.000 piezas que van desde cráneos de mono a sillas de amamantar, pasando por diamantes, todo con más de 50 años de antigüedad y con precios de entre 1 euro y 108.000. La feria de Antigüedades y Galerías de Arte Almoneda, inaugurada por la viceconsejera de Cultura y Turismo, Concha Guerra, ocupa el pabellón 7 de Ifema. Como novedad, este año se ha organizado un día de acceso gratuito, mañana martes. El resto, la entrada cuest...

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Los amantes del coleccionismo vuelven desde a exponer y admirar sus tesoros en la feria Almoneda de Madrid, donde desde el viernes y hasta el 6 de abril están a la venta 30.000 piezas que van desde cráneos de mono a sillas de amamantar, pasando por diamantes, todo con más de 50 años de antigüedad y con precios de entre 1 euro y 108.000. La feria de Antigüedades y Galerías de Arte Almoneda, inaugurada por la viceconsejera de Cultura y Turismo, Concha Guerra, ocupa el pabellón 7 de Ifema. Como novedad, este año se ha organizado un día de acceso gratuito, mañana martes. El resto, la entrada cuesta ocho euros.

La directora de Almoneda, Ana Larrañaga, ha explicado que la reducción de expositores, de los 228 del año pasado a los 210 actuales, un 5% menos, debe atribuirse a que en el mundo de la venta de antigüedades "se ha ralentizado" en alguna especialidad y que desde hace dos años "se viene notando" una "cierta crisis" en ese mercado.No obstante, ha precisado, para saber si en esta feria, "la puerta más accesible a las antigüedades", se percibe la "hipotética crisis económica" habrá que esperar a que termine.

En Almoneda, donde se exhiben piezas con una antigüedad media de 60 a 120 años, aunque las hay de antes de Cristo, como un caballo de la época de la dinastía Han, los objetos son "muy variopintos" y generalistas porque "es el sentimiento el que otorga valor a las cosas", según Larrañaga. "Suelen ser objetos que no se revalorizan porque entra lo sentimental en juego, que es la llama que enciende el coleccionismo. Para las grandes piezas, como una sillería Luis XV o un huevo Fabergé, nunca hay crisis", explica Larrañaga, directora de 15 de las 18 ediciones que tiene de historia la feria.

Obras de Miró, Picasso y Bacon

Aunque el criterio es que sean cosas con más de 50 años, la excepción es la pintura y escultura contemporánea y se pueden encontrar obras de esta misma década de Manolo Valdés o Jaume Plensa. La oferta de arte contemporáneo se completa con obras como las Germes de Barceló, La marchande de couleurs de Miró, o grabados de Picasso y Bacon. El almonedista, explica Larrañaga, es el que recupera piezas del pasado más reciente, pero también "encuentra" otras que se salen de ese marco. El mayor escaparate del pasado más reciente de España "no es una feria de masas", según Larrañaga, y tampoco, en puridad, estrictamente española, porque hay 12 expositores extranjeros, entre ellos cinco franceses y tres italianos.

Uno de ellos, el milanés Nicola Quadri, ha indicado que, aunque es la primera vez que viene a esta feria, su impresión es "muy buena" y que espera que sus muebles de art nouveau y años 60 tengan tan buena acogida como barrunta.En el otro lado, el veterano Félix Moneo, de Santamaría Coleccinismo, mostraba su entusiasmo porque, desde que ha llegado esta mañana, ha vendido "dando vueltas por ahí" una colección de postales de Haro, sin siquiera enseñárselas al interesado, y ha hecho su "apostolado" del coleccionismo iniciando a varios en "ese vicio" que, según datos de Ifema, ya tienen 10 millones de españoles.

El dueño de Los Sitios de Zaragoza, Federico Parra, que es, además el presidente del comité de expertos de la feria, exhibe orgulloso en su stand la pieza más cara de la feria: un bodegón de naturaleza viva con su marco original del taller del valenciano Tomás Yepes, del que sólo se desprendería por 108.000 euros. En opinión de la dueña de Agurcho Iruretagoyena, especializada en diamantes y joyas antiguas, la tendencia novedosa de este año es la oferta en torno a las ciencias naturales, que se aprecia en los cráneos de monos mandriles, dentaduras de tiburón y conchas que expone (en torno a los 200 euros), en medio de joyas tan raras como unos anillos funerarios ingleses o una cómoda italiana de 10.000 euros.

Una persona observa algunas de las piezas que se muestran en la 18ª edición de Almoneda.

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