Cinco obreros, condenados a una multa de 900 euros por matar a palos a dos gatos

Se les considera autores de una falta de maltrato animal

El Juzgado número 2 de la localidad madrileña de Valdemoro ha condenado a cinco trabajadores de la construcción a pagar una multa de 180 euros cada uno por la muerte a palos de dos gatos callejeros en un solar de Ciempozuelos (Madrid). En la sentencia, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valdemoro impone la pena de 30 días de multa con cuota de seis euros diarios a Ángel P.A., Gonzalo O.L., Maximino P.S., Tomás G.A. y Eduardo P.S. como autores de una falta de maltrato animal prevista y penada en el artículo 632.2 del Código Penal.

Según recoge la sentencia, los ob...

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El Juzgado número 2 de la localidad madrileña de Valdemoro ha condenado a cinco trabajadores de la construcción a pagar una multa de 180 euros cada uno por la muerte a palos de dos gatos callejeros en un solar de Ciempozuelos (Madrid). En la sentencia, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valdemoro impone la pena de 30 días de multa con cuota de seis euros diarios a Ángel P.A., Gonzalo O.L., Maximino P.S., Tomás G.A. y Eduardo P.S. como autores de una falta de maltrato animal prevista y penada en el artículo 632.2 del Código Penal.

Según recoge la sentencia, los obreros recibieron la orden de su encargado de desalojar a "decenas de gatos" que se cobijaban en el solar, para lo que portan palos de obra, de caña o de hierro "que se intercambian entre sí indistintamente".

Orden de "hostigar" a los animales

Los denunciados, que admiten que su intención era "hostigar a los gatos", declaran que los animales se golpeaban contra las paredes, las ventanas o se lanzaban desde éstas al suelo, y uno de ellos admite que cuando llegaron al solar "no había gatos muertos pero después sí".

La vecina que alertó a ALBA y a Amnistía Animal de lo que ocurría en el patio de la finca colindante a la suya, declaró que tras escuchar los gritos de los gatos observó como uno estaba muerto y otros heridos, especialmente uno que tuvo que ser sacrificado al tener la columna partida.

Según el veterinario que atendió a este cachorro, las lesiones que presentaba eran "recientes y de origen traumático". La presidenta de Amnistía Animal-Comunidad de Madrid, Matilde Cubillo, se mostró satisfecha con la sentencia y, sobre todo, "con el hecho de haber sentado en un banquillo a unas personas que han sido culpables de la muerte cruel de varios gatos".

Para Cubillo esta sentencia tiene que servir para que los ciudadanos "empiecen a darse cuenta que si maltratan animales pueden, al igual que los ahora condenados, ser juzgados".

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