"Es un sueño del que no quiero despertar"

El sorteo de Navidad ha dejado las mismas imágenes de alegría de todos los años, aunque esta vez en escenarios inéditos. Soria, una provincia en la que hasta hoy nunca había tocado el Gordo, ha sido agraciada con casi 400 de los 540 millones del primer premio. La felicidad del 20297 se ha repartido en otras localidades como Santiponce (Sevilla), Vitoria, Fuenlabrada (Madrid) u Onil (Alicante). Desde Catadau (Valencia) una vecina premiada con el Gordo ha expresado el sentir de muchos de los afortunados: “Es un sueño del que no me quiero despertar”, ha afirmado. Y ha explicado lo q...

El sorteo de Navidad ha dejado las mismas imágenes de alegría de todos los años, aunque esta vez en escenarios inéditos. Soria, una provincia en la que hasta hoy nunca había tocado el Gordo, ha sido agraciada con casi 400 de los 540 millones del primer premio. La felicidad del 20297 se ha repartido en otras localidades como Santiponce (Sevilla), Vitoria, Fuenlabrada (Madrid) u Onil (Alicante). Desde Catadau (Valencia) una vecina premiada con el Gordo ha expresado el sentir de muchos de los afortunados: “Es un sueño del que no me quiero despertar”, ha afirmado. Y ha explicado lo que hará con el premio: “Rematar hipotecas y quedarnos limpios de deudas".

La mayor fiesta se celebra esta mañana en la plaza mayor de la localidad soriana de Almazán, cuya administración número 1 ha repartido 375 millones del Gordo, aunque pudieron ser 15 más porque a última hora devolvió cinco series. La plaza, desbordada de gente como la administración que ha repartido los millones está siendo amenizada por los villancicos que desde este mediodía suenan desde el Ayuntamiento.

La alcaldesa de la localidad, la segunda más grande de la provincia con 6.000 habitantes, ha afirmado que el premio “representa un orgullo y una emoción inmensa”. “Es un buen augurio para 2007”, ha asegurado María Jesús Gañán, quien ha recordado que el próximo año la provincia se dispone a celebrar dos importantes efemérides: el octavo centenario del cantar del Mío Cid y el primero de la llegada a la capital de Antonio Machado como profesor de instituto.

La suerte se ha repartido por todos los alrededores. El bar J2 de la localidad de Berlanga de Duero ha vendido 82 series del Gordo, unos 246 millones de euros en premios. Otro establecimiento, el Rincón de Medinaceli ha repartido otras 32 series del primer premio, que equivale a 96 millones de euros. Los millones también han viajado al minúsculo pueblo de Rebollo de Duero, habitado por 31 personas, según el INE, en cuyo teleclub se han repartido 60 décimos del 20297. Según la cadena SER todos los vecinos han resultado premiados.

La segunda localidad más agraciada ha sido Santiponce (Sevilla) en cuya administración número 1 se han repartido 29 series del gordo (290 décimos) aunque, ayer por la noche, devolvió los 10 décimos que le habían quedado por vender. La mayor parte del premio se vendió en un conocido restaurante sevillano llamado Ventorrillo Canario y situado a las puertas de las ruinas romanas de Itálica. Pese a que la mayoría de los 300 décimos se repartieron entre los trabajadores del establecimiento, el restaurante ha abierto hoy sus puertas...para seguir haciendo negocio, pues la propietaria del mismo no adquirió finalmente ninguna participación del número premiado.

La suerte podría haber sido incluso aún más generosa con dos vecinos de la localidad quienes, según testimonios recabados por EFE, podrían haber comprado décimos tanto del primer como del segundo premio. Muy cerca, en San Isidoro del Campo las campanas de la iglesia han repicado durante toda la jornada para celebrar el premio, que ha dejado un millón de euros a una peña integrada por una docena de hombres. Uno de ellos, un guardia civil al que le han tocado 84.000 euros, no ha dejado de trabajar y de poner orden en el caótico tráfico de la zona.

Además, 300.000 euros del premio se vendieron entre un grupo de albañiles de la empresa constructora Francisco Caballos, quienes acabaron vitoreando y llevando a hombros al propietario de la contrata, que fue quien compró el décimo premiado. En Lepe (Huelva), cinco trabajadores de una constructora con una plantilla de 12, fueron agraciados por la suerte, ya que "a última hora" uno de ellos encargó a un amigo que comprase algunos décimos que han dejado 900.000 euros.

El Gordo también ha dejado un pellizco en la localidad alicantina de Onil, que pasa por una delicada situación. La propietaria de la administración de este municipio de menos de 7.000 habitantes ha contado a Efe que el número ha quedado "muy repartido entre sus clientes" y, aunque no le tocó nada, se ha mostrado muy feliz por la suerte de sus convecinos, porque "llega en buen momento" y a una ciudad que está atravesando una crisis en su industria principal, dedicada al juguete.