Un informe judicial achaca el derrumbe del Carmel a la imprevisión y la mala calidad del cemento

El estudio de los peritos añade que la empresa constructora no realizó un seguimiento adecuado de las obras

La mala calidad de los materiales, la falta de previsión y de estudios geológicos, y la negligencia en el seguimiento de las obras fueron las tres posibles causas de los hundimientos en el Carmel, que obligó a desalojar de sus hogares a más de un millar de vecinos de ese barrio barcelonés hace un año. Así se desprende del informe preliminar de los peritos judiciales, al que ha tenido acceso la Cadena Ser.

El cemento que se colocó a presión en las paredes del túnel del metro de la línea 5 en construcción era de mala calidad. Además, el cambio en el trazado de las obras hacía necesario re...

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La mala calidad de los materiales, la falta de previsión y de estudios geológicos, y la negligencia en el seguimiento de las obras fueron las tres posibles causas de los hundimientos en el Carmel, que obligó a desalojar de sus hogares a más de un millar de vecinos de ese barrio barcelonés hace un año. Así se desprende del informe preliminar de los peritos judiciales, al que ha tenido acceso la Cadena Ser.

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El cemento que se colocó a presión en las paredes del túnel del metro de la línea 5 en construcción era de mala calidad. Además, el cambio en el trazado de las obras hacía necesario realizar un estudio geológico. De todo ello aparece como responsable la empresa TEC4, que según los peritos tampoco hizo un seguimiento adecuado de las obras. Los expertos creen que el túnel comenzó a agrietarse cuando las máquinas empezaron a sacar los escombros acumulados.

Todas estas impresiones deberán ser avaladas en cualquier caso por los informes que dos laboratorios de Madrid a los que la juez ha encargado el análisis de las muestras obtenidas por los peritos. La juez planea iniciar la toma de declaración a los implicados en febrero; además, ha rechazado la petición de la empresa pública GISA y de la Consejería de Obras Públicas de la Generalitat de Cataluña, que pretendían aparecer como partes perjudicadas en el proceso.

Las obras para la ampliación de la línea 5 del metro de Barcelona provocaron en enero de 2005 una serie de socavones que acabaron con el hundimiento de varios edificios en el barrio del Carmel. Los derrumbes comportaron el desalojo de 1.057 personas, y finalmente cuatro inmuebles en los que vivían 34 familias tuvieron que ser derribados.

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