La comisión internacional atribuye el accidente del Yak a la fatiga y a fallos en el avión

En la elaboración del informe han participado España, Ucrania, Rusia y Turquía

Un cúmulo de circunstancias entre las que se señalan el cansancio de la tripulación, fallos al aterrizar y numerosas deficiencias en el avión causaron el siniestro del Yak-42. Esa es la principal conclusión del informe de la Comisión Internacional de Investigación que ha analizado el siniestro y que ha sido presentado hoy por el ministerio de Defensa. El accidente tuvo lugar en Trabzon (Turquía) en mayo de 2003 y supuso la muerte de 62 militares españoles que volvían de Afganistán. Tras conocer el informe, las familias de las víctimas han anunciado que pedirán la imputación de los encargada de...

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Un cúmulo de circunstancias entre las que se señalan el cansancio de la tripulación, fallos al aterrizar y numerosas deficiencias en el avión causaron el siniestro del Yak-42. Esa es la principal conclusión del informe de la Comisión Internacional de Investigación que ha analizado el siniestro y que ha sido presentado hoy por el ministerio de Defensa. El accidente tuvo lugar en Trabzon (Turquía) en mayo de 2003 y supuso la muerte de 62 militares españoles que volvían de Afganistán. Tras conocer el informe, las familias de las víctimas han anunciado que pedirán la imputación de los encargada de la contratación del vuelo.

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Las conclusiones han sido dadas a conocer por el secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, y el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz Roldán. En la elaboración del informe han participado España, Ucrania, Rusia y Turquía. Ahora será remitido a la Audiencia Nacional, el Parlamento y los familiares de las víctimas del accidente.

El informe señala que el siniestro fue causado por "la pérdida de conciencia de la situación, el incumplimiento de los procedimientos normalizados -de acuerdo con el manual de vuelo y de las cartas de aproximación- , la realización de una aproximación sin precisión, el mal uso de los sistemas de vuelo automático, formación insuficiente de la tripulación y descender por debajo de la altitud mínima marcada".

Varios escándalos

Tras el siniestro se descubrió que el empeño del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, de repatriar los cuerpos de forma inmediata -sólo dos días después- provocó que 30 de los cuerpos fueran incorrectamente identificados. El equipo enviado por el anterior Gobierno para que colaborase con Turquía en las identificaciones erró en todos los casos que se le encomendaron. Ni siquiera intentaron identificar a los 30 fallecidos asignados por las autoridades turcas. Este hecho salió a la luz en septiembre de 2004, después de que se cotejaran las muestras de ADN de las víctimas con las de sus familiares.

En las investigaciones posteriores al siniestro también se descubrió que el aparato, contratado por la Agencia NAMSA de la OTAN, había pasado por varias subcontratas, en las que se perdió el seguro de vida de los militares. Hasta seis intermediarios intervinieron y cada una cobró su comisión correspondiente. NAMSA reconoció su responsabilidad en este hecho, pero indicó que la responsabilidad de control era compartida con el Ministerio de Defensa español.

El pasado mes de junio, la Comisión de Defensa del Congreso reprobó a Trillo. La proposición no de ley declaraba que "la responsabilidad de los poderes públicos por las graves negligencias detectadas en el seguimiento y control de la contratación del vuelo del avión siniestrado, así como los importantes errores del proceso de identificación de cadáveres, durante el cual se constató además un constante y claro menosprecio a las familias, no corresponde exclusivamente a las instancias militares, sino que afecta directamente a las autoridades políticas, en concreto al ministro de Defensa Federico Trillo, que ejercía las máximas funciones de dirección de la Administración Militar y de la defensa en el tiempo que tuvieron lugar los hechos".

El presidente de la Asociación de Familiares de las Víctimas del Yak-42, Alfonso Agulló, ha señalado que pedirá a la Audiencia la imputación de la cadena de mando encargada de vigilar la contratación del vuelo. Agulló ha afirmado, con el informe en la mano: "Tras dos años se da la razón a lo que dijeron los militares del Yak antes de morir". Agulló ha añadido que el informe confirma que la tripulación del avión estaba formada por una compañía de "piratas aéreos" y que el aparato sufría deficiencias.

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