El PP acusa a Maragall de ser el "dinamitero" de la Constitución

Javier Arenas le recuerda al presidente catalán que "el proceso autonómico en Andalucía lo dirigen los andaluces"

El PP ha salido hoy en tromba a criticar el modelo autonómico que ayer defendió Pascual Maragall, que pasa, en opinión del presidente catalán, por otorgar un trato específico a las nacionalidades históricas en la futura reforma de la Constitución.

El diputado popular Jaime Ignacio del Burgo ha llegado a decir de Maragall que es "el gran dinamitero" de la Carta Magna de 1978 y ha instado al presidente del Gobierno a "poner coto" a su "verbalismo provocador". El parlamentario del PP ha añadido que Maragall "pretende arrastrar a España a un nuevo proceso constituyente, todo p...

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El PP ha salido hoy en tromba a criticar el modelo autonómico que ayer defendió Pascual Maragall, que pasa, en opinión del presidente catalán, por otorgar un trato específico a las nacionalidades históricas en la futura reforma de la Constitución.

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El diputado popular Jaime Ignacio del Burgo ha llegado a decir de Maragall que es "el gran dinamitero" de la Carta Magna de 1978 y ha instado al presidente del Gobierno a "poner coto" a su "verbalismo provocador". El parlamentario del PP ha añadido que Maragall "pretende arrastrar a España a un nuevo proceso constituyente, todo para lograr una Cataluña soberana que no tiene encaje dentro de la actual Constitución". Con esta crítica, Del Burgo hacía referencia al emplazamiento que ayer hizo Maragall a Andalucía para que apoyara un trato privilegiado para Cataluña.

En opinión de este diputado, el modelo que propone Maragall no es el británico, como ayer defendió en los cursos de verano de El Escorial, sino el de "Yugoslavia, es decir, un conglomerado de Estados que bastaría un soplo para que se deshaga". A juicio de Del Burgo, la actitud del presidente de la Generalitat responde al pacto que tiene con los republicanos de ERC, por lo que ha emplazado a José Luis Rodríguez Zapatero a "defender la Constitución y mantener el marco de convivencia que nos hemos dado los españoles", y a que "no se deje arrastrar por ese tipo de llamadas".

A la polémica también se ha unido Ana Mato, coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, quien ha asegurado que las declaraciones que ayer se cruzaron Maragall y el presidente andaluz, Manuel Chaves -que descartó cualquier tipo de privilegio y apostó por la solidaridad entre regiones-, ponen de manifiesto la falta de definición en el PSOE sobre el modelo de Estado, por lo que, al igual que su compañero Del Burgo, ha reclamado la intervención del presidente del Ejecutivo.

"Afán expansionista"

Desde Sevilla, Javier Arenas también ha denunciado las propuestas de Maragall; un dirigente que, a su juicio, tiene un "afán expansionista que no tiene límites". Además, ha recordado al presidente catalán, que enfatizó que el futuro modelo territorial "depende crucialmente de lo que diga o haga Andalucía", que "el proceso autonómico en Andalucía" no lo dirige él "ni Carod-Rovira, sino los andaluces".

También el presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez, ha tildado a Maragall de "ariete" de las ideas "que han defendido con la violencia quienes han pretendido dinamitar la Constitución". "Con esas declaraciones, Maragall fortalece a los nacionalismos y a los violentos que han defendido estos mismos fines", ha proclamado. En la misma línea, el cabeza de lista del PP a las europeas y vicesecretario general de esa formación, Jaime Mayor Oreja, ha enmarcado las palabras del político catalán en una "ofensiva nacionalista" que identifica con "ruptura" y con "deslealtad".

Desde la Comunidad Valenciana, el portavoz del Consell, Alejandro Font, ha acusado a Maragall de "injerencia" y le ha reprochado que pretenda "expender autorizaciones" a las comunidades. En la misma línea, el portavoz del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, ha atribuido al presidente del PSC de un intento de "buscar la crispación y el enfrentamiento entre comunidades".

El PP de Aragón, por boca de su presidente, Gustavo Alcalde, ha acusado a Maragall de "insolidario" y ha definido su propuesta como una "salida de pata de banco" que atribuye a "un golpe de calor".