LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

Los diputados dicen que el CNI siguió la pista islámica "desde primera hora" del 11-M

Un informe del 16 de marzo revela que la policía localizó los detonadores en la primera inspección a la furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares

Varios diputados de la comisión que investiga los atentados del 11-M han declarado, tras tener acceso en sesión secreta a los 25 informes clasificados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que los documentos demuestran que desde la mañana del día 11 múltiples pistas apuntaban ya al terrorismo islámico. Así, apoyándose en los informes secretos, algunos parlamentarios han asegurado que la policía encontró los detonadores y la cinta con versículos del Corán en la primera inspección ocular a la furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares, y no más tarde, como defendieron var...

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Varios diputados de la comisión que investiga los atentados del 11-M han declarado, tras tener acceso en sesión secreta a los 25 informes clasificados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que los documentos demuestran que desde la mañana del día 11 múltiples pistas apuntaban ya al terrorismo islámico. Así, apoyándose en los informes secretos, algunos parlamentarios han asegurado que la policía encontró los detonadores y la cinta con versículos del Corán en la primera inspección ocular a la furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares, y no más tarde, como defendieron varios mandos policiales la pasada semana ante la comisión.

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Esos hallazgos, según revela uno de los informes, fechado el 15 de marzo, hicieron a los investigadores pensar en la hipótesis de terroristas suicidas en los trenes. El Gobierno del PP, que siempre rechazó esa posibilidad, desclasificó el 18 de marzo un documento del CNI del día 11, en el que se descartaba la presencia de suicidas. Pero no mencionó, sin embargo, que existía otro documento posterior, que es uno de los analizados hoy por la comisión, y que sí da cabida a esa nueva línea de investigación.

"Una reivindicación" en sí misma

Otro de los informes clave es el del 16 de marzo, cinco días después de la masacre en la que murieron 190 personas. En ese documento, el CNI es tajante al asegurar que el vehículo localizado en Alcalá de Henares constituía "una reivindicación" en sí misma. Pero este importante hallazgo no modificó la tesis del entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, que, en rueda de prensa, siguió manteniendo que la principal línea de investigación era ETA. Además, el informe contradice la versión ofrecida por los agentes en el Congreso, donde aseguraron que los detonadores y la cinta no se encontraron hasta la tarde del día 11, después de que se procediera a una segunda inspección de la furgoneta en el complejo policial de Canillas.

En cambio, la versión arrojada por el CNI coincide con el testimonio que ofreció ante la comisión Luis Garrudo, el portero de la finca y único testigo de la primera inspección a la furgoneta. Garrudo aseguró a los diputados que oyó a los agentes comentar el hallazgo de los detonadores y de la cinta con caracteres árabes.

Tras un exámen de más de cinco horas, el peneuvista Emilio Olabarría, el más explícito de los comisionados, ha insistido en que los informes de los servicios de inteligencia demuestran que el primer registro a la furgoneta permitió a las fuerzas policiales reunir "suficientes elementos de juicio" como para centrar la investigación en el terrorismo islámico "desde el primer momento". "Parece que no era tan difícil sacar conclusiones de inmediato mediante una visión ocular bastante sencilla dentro de la furgoneta", ha subrayado el diputado vasco.

Por otro lado, el diputado Joan Puig, de ERC, ha asegurado que del conocimiento de estos documentos secretos cobra aún más fuerza la posibilidad de que la pista islámica estuviera sobre la mesa desde la misma mañana de los atentados, y no, como apuntaban los mandos policiales que comparecieron en anteriores sesiones, desde la noche del 11 al 12, cuando se descubrió la mochila bomba que no estalló.

Ante las contradicciones entre los informes y los testimonios recabados hasta el momento por la comisión, varios grupos han anunciado que pedirán nuevas comparecencias y solicitarán también que vuelvan al Congreso algunas de las personas que ya han testificado.

Las tachaduras enfrentan a los diputados

Algunos de los documentos a los que han tenido acceso los diputados tienen frases censuradas por el CNI, que procedió a tacharlas. Este asunto ha dividido a los diputados en dos bandos. Por un lado, el PP, cuyo portavoz en la comisión, Vicente Martínez Pujalte, ha exigido al Gobierno que se dé a conocer el contenido de uno de los párrafos que aparece tachado. Según Pujalte, la documentación del CNI forma parte de la "manipulación" del PSOE de los trabajos de la comisión, si bien ha dicho que demuestran que el Gobierno informó "en tiempo real" a la ciudadanía a partir de los datos que le iban suministrando la policía y "otros conductos".

En cambio, los diputados del PNV y ERC en la comisión, Emilio Olarrabía y Joan Puig, han restado importancia a los borrones. Según el diputado peneuvista, las "reflexiones del PP" sobre las partes tachadas "no son fundadas", dado que "no privan de ningún tipo de información ni desnaturalizan" la investigación. En similares términos se ha expresado el catalán Puig, quien ha recordado que "hay nombres que el Reglamento del CNI pide que no se faciliten", y que, en cualquier caso, no son "relevantes" para los trabajos de la comisión.

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