Afiliado al PSE y objetivo de los violentos
El sargento Pagauzaurtaundua, antiguo integrante de la ETA político militar, preparaba una movilización contra la 'kale borroka'
Varias circunstancias situaban al sargento Pagazaurtundua en el punto de mira de los violentos. Es jefe de la policía local de Andoáin, afiliado al PSE y militante de UGT, hermano de una concejal y ex parlamentaria socialista, Maite Pagazaurtundua, y activo resistente contra el entorno de ETA. De hecho, prepara, según ha revelado el profesor de la Universidad del País Vasco y portavoz de ¡Basta Ya!, Carlos Gorriarán, un movimiento popular contra la kale borroka, junto con otros concejales socialistas.
El sargento, de 45 años, casado y con dos hijos, había militado en su juventud ...
Varias circunstancias situaban al sargento Pagazaurtundua en el punto de mira de los violentos. Es jefe de la policía local de Andoáin, afiliado al PSE y militante de UGT, hermano de una concejal y ex parlamentaria socialista, Maite Pagazaurtundua, y activo resistente contra el entorno de ETA. De hecho, prepara, según ha revelado el profesor de la Universidad del País Vasco y portavoz de ¡Basta Ya!, Carlos Gorriarán, un movimiento popular contra la kale borroka, junto con otros concejales socialistas.
El sargento, de 45 años, casado y con dos hijos, había militado en su juventud en la ETA político militar, la facción de la banda terrorista que abandonó las armas durante la transición. Después se enfrentó abiertamente a los violentos, como su íntimo amigo José Luis López de Lacalle, asesinado en Andoáin en 2000.
También él había sido objetivo antes de los terroristas. El 11 de marzo del mismo año, un grupo de desconocidos arrojó artefactos incendiarios contra su vivienda. La deflagración causó daños materiales de diversa consideración en la puerta de la casa, en las de otros vecinos y en el portal del edificio. El 11 de septiembre de ese mismo año, un grupo de violentos atacaron con cócteles mólotov su vehículo, que resultó calcinado. Otros ocho coches resultaron afectados por las llamas.
Pese a este acoso, Pagazaurtundua no tenía escolta y frecuentaba el mismo bar todos los días a la misma hora para tomar café. "Han ido a por él ", ha asegurado Gorriarán. A varios comandos de ETA se les había intervenido información sobre sus actividades.