Francia prohíbe la recogida de marisco y ostras ante la llegada del vertido del 'Prestige'

Las consecuencias económicas de la marea negra del Prestige empiezan a sentirse ya en el litoral atlántico francés, zona de turismo y pesca, al establecerse la prohibición de la recogida y venta de mariscos de la cuenca de Arcachon, famosa por sus ostras. Una mancha de 3.000 metros cuadrados ha entrado hoy en la laguna de Arcachon, la mayor zona productora de ostras de Francia.

Una enorme mancha de fuel ha entrado en el estanque de Arcachon, según ha anunciado hoy el prefecto de Aquitania, Christian Frémont, después de que ayer se localizaran dos grandes manchas de fuel a la entr...

Las consecuencias económicas de la marea negra del Prestige empiezan a sentirse ya en el litoral atlántico francés, zona de turismo y pesca, al establecerse la prohibición de la recogida y venta de mariscos de la cuenca de Arcachon, famosa por sus ostras. Una mancha de 3.000 metros cuadrados ha entrado hoy en la laguna de Arcachon, la mayor zona productora de ostras de Francia.

Una enorme mancha de fuel ha entrado en el estanque de Arcachon, según ha anunciado hoy el prefecto de Aquitania, Christian Frémont, después de que ayer se localizaran dos grandes manchas de fuel a la entrada del estanque. Al prefecto ha adelantado que "vamos a intentar capturarla antes de que se deposite".

Los criadores de ostras se declaran "abatidos y "muy enfadados por la mierda procedente de España". "Para nosotros se trata de una catástrofe", ha subrayado Joel Dupuch, criador y propietario de un restaurante de ostras. El Estanque de Arcachon produce alrededor de 12.000 toneladas de ostras al mes y esta actividad agrupa a un total de 350 empresas y crea miles de empleos.

También en las Landas, donde los primeros restos del vertido aparecieron el martes, han llegado hoy placas más grandes.

200 kilómetros afectados

Con más de 200 kilómetros afectados por restos del fuel del petrolero que naufragó frente a las costas españolas el pasado noviembre, crece la angustia por el impacto económico que pueda tener la marea negra. La Prefectura prohibió anoche la recogida de ostras y mariscos en la cuenca, y su venta desde esta tarde, "a título preventivo".

También los pescadores bretones, por su parte, temen una caída de las ventas, aunque de momento el mal tiempo les ha impedido hacerse a la mar. Pero recuerdan que tras el naufragio del Erika, en 1999, las ventas de ciertas especies en la lonja cayeron un 30%.