SUCESO

El asesino de ancianas recibió 113 puñaladas de los compañeros de cárcel que le mataron

Un tercer recluso pudo participar en el asesinato de Rodríguez Vega

Hasta 113 puñaladas recibió ayer José Antonio Rodríguez Vega, el asesino de 16 ancianas de Santander, de manos de dos compañeros de cárcel en el patio de la prisión de Topas (Salamanca). Según fuentes penitenciarias, los dos agresores, Enrique V.G. y Daniel R.O., acabaron con la vida del mayor asesino en serie de la historia criminal española "para hacer un favor a la sociedad".

Los dos supuestos autores de la muerte de Rodríguez Vega han asegurado hoy ante el juez que decidieron acabar con su vida "porque la pena que llevaba aparejada al delito que había cometido no está en consonanc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hasta 113 puñaladas recibió ayer José Antonio Rodríguez Vega, el asesino de 16 ancianas de Santander, de manos de dos compañeros de cárcel en el patio de la prisión de Topas (Salamanca). Según fuentes penitenciarias, los dos agresores, Enrique V.G. y Daniel R.O., acabaron con la vida del mayor asesino en serie de la historia criminal española "para hacer un favor a la sociedad".

Los dos supuestos autores de la muerte de Rodríguez Vega han asegurado hoy ante el juez que decidieron acabar con su vida "porque la pena que llevaba aparejada al delito que había cometido no está en consonancia".

Más información

Las mismas fuentes aseguran que la "frialdad" de Enrique V.G. hizo que en un momento de la agresión parara de apuñalar a Rodríguez Vega, afilara el pincho en el suelo y continuara dándole puñaladas cuando ya estaba muerto.

Enrique V.G, conocido en Topas por su carácter violento y por haber protagonizado multitud de altercados en la prisión, había coincidido con la víctima en otro centro penitenciario y dijo que, entonces, "ya se le había escapado".

Al parecer los pinchos, uno elaborado con una pletina de hierro y otro con una sierra, fueron lanzados por encima de los muros por otros internos, ya que en la salida al patio existe un arco detector de metales que los hubiera descubierto.

La participación de un tercer recluso

Felipe M.G., otro recluso, pudo participar junto a sus dos compañeros en la muerte de José Antonio Rodríguez Vega. Según fuentes penitenciarias, Felipe M.G golpeó con una piedra introducida en un calcetín a la víctima mientras los dos otros reos le asestaban un centenar de puñaladas.

Este supuesto tercer implicado llevaba tan sólo unos meses en Topas y estaba junto a los otros dos presos y Rodríguez Vega en el módulo de aislamiento destinado a los internos calificados de primer grado, los más peligrosos. Durante su declaración ante el juez, Felipe M.G. ha asegurado que no participó en los hechos.