LA OFENSIVA TERRORISTA

Ángel Cruz Arrospide, antiguo colaborador del 'comando Donosti' reclamado por España

El presunto etarra había huido a Francia en 1989

El presunto miembro de ETA Angel Cruz Arrospide Arocena, detenido esta mañana en Burdeos, está acusado de colaboración con el comando Donosti en 1988. Se da la circunstancia de que Arrospide huyó en 1989 después de haber sido puesto en libertad tras ser entregado por las autoridades francesas.

Natural de la localidad guipuzcoana de Hernani, Arrospide, de 49 años, huyó por primera vez a Francia en 1988 tras la desarticulación del comando Donosti con el que, presuntamente, había colaborado alquilando una lonja donde el grupo terrorista escondía armas y explosivos.

El ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presunto miembro de ETA Angel Cruz Arrospide Arocena, detenido esta mañana en Burdeos, está acusado de colaboración con el comando Donosti en 1988. Se da la circunstancia de que Arrospide huyó en 1989 después de haber sido puesto en libertad tras ser entregado por las autoridades francesas.

Natural de la localidad guipuzcoana de Hernani, Arrospide, de 49 años, huyó por primera vez a Francia en 1988 tras la desarticulación del comando Donosti con el que, presuntamente, había colaborado alquilando una lonja donde el grupo terrorista escondía armas y explosivos.

Más información

El 27 de septiembre de 1989 fue detenido por la Policía de Fronteras en un chalet de la localidad de Urrugne, por lo que fue expulsado de Francia por el procedimiento de urgencia.

Orden internacional de búsqueda

Tras su arresto fue puesto en libertad, por lo que se fugó de nuevo a Francia. Posteriormente el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional dictó una orden internacional de búsqueda. El fiscal pedía una pena de 28 años de cárcel por pertenencia a banda armada, tenencia de armas de guerra y depósito de explosivos.

En 1990 se solicitó a Francia la extradición de Arróspide, pero el Gobierno de París comunicó a las autoridades españolas que no procedía la extradición, sin haber permitido que la justicia gala tramitara la petición.

Esta decisión causó malestar en la Audiencia Nacional porque se trató de una decisión política sin que se hubieran pronunciado los jueces.