Una madre vuelve a subir a cuestas a su hijo con movilidad reducida porque el ascensor de su colegio de Alicante sigue averiado
María Jesús, mamá de Arturo, dice estar preocupada por el impacto psicológico que puede tener en su hijo: “En preadolescencia, que tu madre venga a ayudarte cada día no es lo más positivo para una integración”
El curso de Arturo, un alumno de 11 años con movilidad reducida, ha empezado como acabó el anterior. En su colegio, el CEIP Voramar de Alicante, no funciona el ascensor con el que debería subir a su clase de sexto curso de Primaria. Su madre, María Jesús Aguilar, cada mañana debe subirlo a cuestas por las escaleras cinco minutos antes de que arranquen las clases, a las 9 en punto, y después repetir la operación con la silla de ruedas. Veinte escalones en total. “A las 11, lo bajo al patio, a las 11.30 lo devuelvo a la clase y a las 13 horas voy a recogerlo”. El ascensor dejó de funcionar el 8 de junio y hasta el 23 no acudió un técnico municipal, que como en diciembre de 2023 y marzo de 2024, otras dos ocasiones en que se averió, señaló que “hay que reponer una pieza que se estropea recurrentemente o renovarlo por completo”, según María Mira, presidenta del AMPA. El ayuntamiento incluye el centro dentro de un paquete de mejoras en diversos colegios, pero no alude directamente al ascensor.
El Voramar, situado en la zona del Cabo de las Huertas, “es un centro de integración con aulas para niños con necesidades especiales”, señala Mira, “y con movilidad reducida o motóricos”, que necesitan silla de ruedas, como Arturo. De los cerca de 600 alumnos con los que cuenta, “siete u ocho” están en la misma situación que Arturo, que depende del ascensor para subir a las aulas de los mayores. Pero la avería afecta de manera transversal al funcionamiento de todo el centro escolar. “Los alumnos más pequeños comen en sus clases”, indica la presidenta del AMPA, “pero como los carros de comida ahora no pueden subirse, los niños deben bajar al gimnasio” para poder servirles los platos. “También hay veces en que llega material que hay que subir por las escaleras, por pesado que sea”, añade Aguilar, “Y siempre pueden producirse lesiones de algún alumno o incluso de algún profesor”.
La madre de Arturo es una ingeniera de Telecomunicaciones que se pidió una excedencia en su trabajo para poder atender a su familia. En especial, de Arturo, que “padece una lesión medular que le ha dejado sin movimiento ni sensibilidad de cintura para abajo”. Y lamenta: “Llevamos más de un año con esto, necesitamos que se arregle el panel eléctrico estropeado, que cambien el ascensor o que coloquen un salvaescaleras, lo que sea. Es un problema técnico, solo es una cuestión de tiempo y dinero”. Como ya ha pasado por la misma situación en más ocasiones, ya sabe que “si sigue la avería cuando se implante el horario normal”, tendrá que cargar a cuestas a su hijo “ocho veces al día”. Pero lo que le preocupa ahora es el impacto psicológico que puede tener en su hijo. “En plena preadolescencia, que tu madre tenga que venir a ayudarte cada día no es lo más positivo para una integración”, manifiesta. “Aparte de que le niegan la autonomía” que debería poder alcanzar. “Lo mínimo exigible es que le den las herramientas que necesita para desenvolverse por sí solo”.
El portavoz de Compromís en el ayuntamiento de Alicante, Rafa Mas, que ha denunciado el caso en la red social X, señala que no es el único centro alicantino en el que este tipo de alumnos acude a clase en condiciones precarias. “En el Santo Ángel”, denuncia, “hay 62 niños con necesidades especiales en barracones que están en obras”. El colegio Parque Lo Morant o el de Rabasa están en la misma situación, prosigue Mas. “Toda la educación pública especial de la ciudad está en ruinas”, una circunstancia que define como “violencia política contra los alumnos” y que achaca a que “el equipo de Gobierno del PP solamente prioriza la educación privada y concertada”.
El PP incluye el Voramar, sin mención expresa al ascensor averiado, entre los centros que recibirán “cerca de 300.000 euros de inversión para nuevos accesos, reformas de aseos y repintado, entre otras cuestiones”, según una nota enviada esta mañana con declaraciones del alcalde, Luis Barcala, y de la concejala de Educación, Mari Carmen de España, en referencia al inicio de curso. En total, aseguran que invertirán 515.000 euros en mejoras en una veintena de colegios.
Según explica el Ayuntamiento de Alicante, este martes se aprueba un proyecto de mejora y acondicionamiento de la accesibilidad en las escaleras del patio interior del colegio. En paralelo, el Ayuntamiento trabaja con la mayor celeridad posible para que la reparación del ascensor se efectúe esta misma semana, una vez lleguen las nuevas piezas del mecanismo.