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Los pisos se convierten en un valioso activo para las aseguradoras

El Grupo Mutua Propietarios, especializado en seguros de hogar y comunidades, aspira a duplicar su tamaño en 15 años

El negocio que rodea al sector inmobiliario está que arde, y no solo por la compraventa y alquiler de pisos. Los seguros que cubren viviendas y comunidades de propietarios también se están beneficiando de un mercado en expansión. Según Unespa, los seguros multirriesgo facturaron en la primera mitad del año un 7,2% más (2.800 millones de euros). Tener un seguro de hogar no es obligatorio por ley, solo es imprescindible su contratación si se adquiere la vivienda a través de una hipoteca, ya sea fija o variable, recuerdan desde el BBVA. Tampoco es obligatorio suscribirlo como inquilino de una vivienda arrendada, aunque sí existen productos recomendados para proteger el contenido por si se produce un incidente, como un incendio, una inundación o un robo.

La estadística del seguro del hogar dice que hay 21,6 millones de viviendas con póliza en vigor en el país y el INE cuantifica su número total en 26,6 millones. De modo que cinco millones de hogares no se aseguran. Mucho campo por arar, piensan en el Grupo Mutua Propietarios, sobre todo en áreas rurales o con poca densidad de población. La aseguradora especializada en productos para el sector inmobiliario alcanzó el año pasado un récord de facturación de 187 millones, un 8% más, a través de sus productos centrados en seguros de hogar, de comunidades, de impago de alquiler, asistencia y reparaciones.

Los orígenes de la aseguradora se remontan a 1835, en una Barcelona afectada por el hacinamiento y la precariedad. “La compañía ha vivido dos guerras mundiales, una guerra civil, y se ha sabido adaptar”, repasa su nueva directora, Laura López Demarbre. Fue un grupo de propietarios el que decidió crear su propio cuerpo de bomberos en 1845 para hacer frente a los frecuentes incendios de los pisos que afectaban a la capital catalana. Ironías del destino, los riesgos de incendios y climáticos son, dos siglos después, fenómenos que siguen alarmando. Según Unespa, el año pasado las aseguradoras abonaron 562 millones de euros por accidentes climáticos (que incluyen también daños por viento, lluvias o nieve) y dos terceras partes de los percances afectaron a las viviendas (481.294 casos). Los seguros de comunidades de propietarios atendieron 128.903 incidentes y el coste medio por siniestro fue de 535 euros en las viviendas (cifra que en comunidades de vecinos bajó a 409 euros).

Especialización

Grupo Mutua Propietarios no se quiere separar ni un milímetro del negocio asociado al sector inmobiliario. “Nos apalancamos en la especialización. Hemos ido experimentando un crecimiento en comunidades e impago de alquiler. Nuestro modelo se basa en una integración vertical que hemos ido construyendo a lo largo de los años”, señala López. El grupo está formado por media docena de compañías que complementan sus servicios como Sensedi, de informes periciales y servicios de arquitectura; onRed, de reparaciones, o la correduría Mutuarisk. “En 2023 dimos un salto importante, queríamos incorporar la pata de defensa jurídica [Onlygal Servicios Legales], que tiene un rol importante. El mercado empieza a ver el valor de determinados seguros conforme van cambiando las situaciones”.

España, no obstante, tiene un parque de viviendas envejecido que no es fácil de gestionar. “Una buena parte de las viviendas se construyeron en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Han llegado fondos europeos [para rehabilitación], pero las comunidades de propietarios tienen que invertir”, recomienda la directiva. Aseguradoras como la suya valoran el riesgo de sus clientes según los años de antigüedad de los inmuebles, el estado de mantenimiento o las inversiones que se han realizado: “Al final eso acaba tarificando un precio u otro en función de lo que la comunidad pueda necesitar. En España tenemos que seguir avanzando en la rehabilitación”.

Otra de las tendencias generales que afectarán al desarrollo de su negocio es el envejecimiento demográfico y los cambios en el modelo de viviendas. Y ahí también ven oportunidades “¿Se van a utilizar las viviendas para que de alguna forma este patrimonio, que es el principal que tiene el español, pueda sustentar su jubilación? Hay que entender bien lo que está pasando para ver dónde te tienes que posicionar para ayudar a tus clientes”, se responde la directiva.

Otro riesgo es el mencionado cambio climático. “La siniestralidad en el rango de comunidades a nivel de sector ha subido”, señala, con trimestres muy lluviosos y otros extremadamente secos que obligan a las compañías a repensar sus modelos estadísticos. En este sentido, la compañía cree que la inteligencia artificial y la tecnología les puede echar una mano en mejorar los procesos, eliminar burocracia y dar un mejor servicio a sus clientes. Aunque la IA también plantea problemas, como la capacidad de generar imágenes falsas que pueden estimular el fraude.

En cualquier caso, la mutualidad, cuyos beneficios superaron los 11 millones de euros, dice que seguirá atenta a lo que demanden los propietarios. Y en los últimos años ha visto cómo crece el interés por su seguro de impago de alquiler. “Estamos centrados en el propietario individual, pero también lo pueden contratar grandes tenedores. También evolucionamos nuestro producto hacia la modalidad de alquiler temporal. Antes la sociedad era un alquiler más estable, de cinco años. En esos cambios sociales que van apareciendo están los estudiantes de septiembre a junio que quieren tener un alquiler y estas modalidades de seguro no estaban adaptadas”.

En la mente de la directiva está duplicar el tamaño del grupo en 2040. “Hay que ponerse retos importantes. Hemos iniciado una senda que es evolucionar, seguiremos explorando vías de crecimiento inorgánico que no dejan de ser un acelerador”. ¿Y si vuelve a estallar otra burbuja como la de 2008? “Al final la protección siempre se necesita. La morosidad puede subir, lógicamente, pero tienes unos controles internos y hay que hacerle saber al asegurado lo que está perdiendo”. Tampoco ve inconveniente en centrar todo el negocio en España. “Ahora mismo creo que es una ventaja”.

La sombra de la ocupación

Como han hecho otras compañías aseguradoras o de alarmas, Mutua de Propietarios habla en sus informaciones periódicas sobre el peligro de la ocupación. “En los últimos años, España ha visto un aumento significativo en los casos de ocupación ilegal de propiedades”, señala la compañía en su blog. La estadística, sin embargo, cifra en el 0,06% el número de viviendas afectadas por este tipo de casos (datos de 2024). Los datos del Ministerio del Interior hablan de que el número de denuncias registradas (no probadas) ascendió a 16.426, un 11% más que las de 2020. Las condenas firmes por allanamiento de morada alcanzaron 218 en todo el país (2023). 

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