Fracttal, la empresa que hace que las cosas funcionen
La compañía controla digitalmente el mantenimiento de cualquier instalación
La digitalización es la palabra de moda en todas las empresas, grandes o pequeñas. No hay compañía que se precie que no haya puesto en marcha esta herramienta para posicionarse mejor, trabajar de forma más segura y eficiente, y reducir costes. Pero no todos los procesos se han visto envueltos en esta digitalización. Uno de ellos es el mantenimiento de empresas o industrias, al que todavía le queda camino por recorrer y en el que Alejandro Pérez y Christian Struve, fundadores de Fracttal, detectaron un nicho por explotar. “Había áreas muy tecnificadas como facturación o producción, y otras en las que no había nada. Las empresas operaban (y operan) después del fallo, lo que supone altos costes económicos, de sostenibilidad y de seguridad”, afirma Struve.
Ambos, técnicos de profesión (electrónico e ingeniero, respectivamente), se conocieron por internet después de que Struve diera una ponencia sobre digitalización de mantenimiento. Empezaron a intercambiarse correos electrónicos sobre el tema y de aquí surgió una colaboración que continúa hasta hoy. Comenzaron en un programa de emprendimiento en Chile, su país natal, en 2015 con unos 20.000 euros de inversión inicial, pero tres años después trasladaron su sede social a España después de recibir una ronda de inversión del fondo Amérigo de Telefónica LATAM por valor de dos millones de dólares. “Esta fue la razón del traslado. Tenía sentido trabajar en España por el apoyo comercial recibido”, esgrime el cofundador.
En 2020 recibieron una inyección de capital de Seaya Ventures de 5,3 millones de euros, a la que se sumó una ronda de 10 millones en 2023 con el BBVA entre sus inversores. Un empujón económico que les ha llevado a crecer de forma exponencial, con 180 empleados en la actualidad, 30 en España, y a facturar en 2023 más de ocho millones de euros. Esperan cerrar 2024 superando los 15 millones.
La tecnología creada y patentada por Fracttal tiene como objetivo que todos los activos de una empresa funcionen como el primer día, previniendo los fallos y atajando los problemas antes de que ocurran. Esta herramienta se articula en tres partes, en las que se incluye un software que organiza todos los datos y planifica las tareas, que además ofrece indicadores que señalan cuál es el equipo que más falla, por qué falla, el coste de ese fallo, el consumo de energía o el coste medioambiental. A esto se suma una solución de Iot (internet de las cosas) para que la alerta del fallo llegue al operario en el momento justo y, por último, se activa un programa de mantenimiento para prevenir ese fallo. “El algoritmo predice estos errores y acierta en un 80%. Podemos decir hasta con dos años de antelación que algo puede fallar. Esta visión a largo plazo es clave para equipos críticos. Por ejemplo, que un aire acondicionado de una habitación se dañe no es muy relevante, pero una caldera en una planta industrial sí lo es”, subraya Struve. Conlleva importantes ventajas, como ahorro de tiempo y dinero. “Tenemos un cliente al que una hora de parada le cuesta 500.000 euros. Nuestro sistema ha reducido 10 horas de parada en un año”.
La instalación ronda el mes y el coste supone una media de 700 euros mensuales. La solución es apta para todo tipo de empresas, desde plantas eólicas hasta hoteles, pero ha visto en los hospitales un foco relevante. “Estamos trabajando en un consorcio con Sacyr, en el Hospital del Henares de Madrid. Todavía en fase piloto, se trata de un complejo tecnológico del que nos encargamos del mantenimiento”.
Cuenta con sedes en México, Colombia, Brasil y Chile. Desde España explota el mercado estadounidense y explora abrirse camino en Francia e Italia.