La empresa que reduce los riesgos de mantenimiento de máquinas industriales

En un mundo en el que la digitalización avanza a pasos agigantados, parece que la industria no ha tenido en cuenta los trabajos de mantenimiento de equipos e instalaciones que, a menudo, son analógicos y manuales. Estas tareas, además, suelen provocar accidentes que en los peores casos ponen en riesgo la vida de los trabajadores.

Ignacio del Corro y Alfredo de la Fuente, fundadores de Value Hybrid, ...

En un mundo en el que la digitalización avanza a pasos agigantados, parece que la industria no ha tenido en cuenta los trabajos de mantenimiento de equipos e instalaciones que, a menudo, son analógicos y manuales. Estas tareas, además, suelen provocar accidentes que en los peores casos ponen en riesgo la vida de los trabajadores.

Ignacio del Corro y Alfredo de la Fuente, fundadores de Value Hybrid, desarrollaron una herramienta con la que combatir el problema. “Estamos en Europa, el lugar en que el bienestar de la ciudadanía está por encima de todo, pero donde esta tarea de mantenimiento es solo una buena práctica que depende de la responsabilidad de los empresarios y no de una legislación. Existen directivas que indican la necesidad de bloquear o incluir medidas de salvaguarda sobre la integridad física de las personas, pero no hay una regulación obligatoria. Mientras en Estados Unidos o Canadá el Ministerio de Trabajo sí tiene una reglamentación al respecto y hay inspectores que vigilan su cumplimiento. Incumplirla conlleva sanciones elevadas”, explica De la Fuente.

Con una inversión inicial de 600.000 euros, en enero de 2022 lanzaron al mercado Value Digital Loto, la plataforma que digitaliza el proceso Loto (el acrónimo del anglicismo LockOut/TagOut) con el que se denominan los procedimientos de bloqueo y etiquetado que se emplean para garantizar que un equipo industrial, sobre el que se está realizando el mantenimiento, está desconectado de las fuentes de energía y no tiene riesgo para el operario.

Hasta el desarrollo de esta plataforma este sistema era mecánico y manual, lo que suponía un coste enorme, tanto económico como en accidentes laborales. La empresa ofrece la digitalización del procedimiento mediante una aplicación que se apoya en un hardware electrónico; unos candados iguales que los tradicionales, solo que en su interior hay un corazón electrónico. “Se colocan de forma secuencial para que todo siga un orden. Mediante un teléfono inteligente el operario puede telecontrolar los procesos, que quedan registrados. No puedes saltarte un paso y no deja avanzar si no lo haces bien”, afirma Del Corro.

Aptos para cualquier tipo de maquinaria y empresa, desde químicas, del acero, embotelladoras de cerveza o de alimentación, en dos semanas se completa la instalación y supone un coste de 952 euros al mes, con un contrato mínimo de un año. “Una inversión que representa un ahorro de tiempo de mantenimiento de entre un 20% y un 40%”, explica De la Fuente. El producto elimina el papeleo manual y mejora el mantenimiento de registros que debe llevar la empresa.

Pero, según los fundadores, una parte fundamental es la reducción a cero de la siniestralidad. “La mayoría de los accidentes son errores humanos. En las labores repetitivas y en el exceso de confianza está el problema. La gente intenta ahorrar tiempo y, aunque nadie quiere lesionarse, en la fábrica prima la producción, lo que supone una presión para el operario. Digitalizarlo ofrece seguridad al 100%”.

Con 10 empleados y 23 colaboradores directos, el pasado año facturaron 600.000 euros, un 50% más que en 2022. Una cifra que se reparte a partes iguales entre España y otros mercados internacionales tan dispares como Japón, Austria o Malasia, pero con el punto de mira puesto en Estados Unidos, donde ha captado la atención del grupo industrial Fortune Brands, comercializador de la marca Master Lock. “Nuestra expansión siempre se ha dirigido al mercado norteamericano, donde estos procesos son obligatorios, y no en Europa, donde no lo son. Si no me aprietan el zapato, siempre habrá otras prioridades”, concluye De la Fuente.