Globalización e innovación

Los procesos de innovación y difusión de nuevas ideas han experimentado una transformación sin precedentes en las últimas décadas. Uno de los motores de esta transformación ha sido la creciente digitalización de las economías que permite la colaboración entre empresas localizadas en distintos puntos del planeta. El segundo ha sido la globalización de los procesos productivos con una mayor participación de las empresas en las cadenas de valor globales. Y el tercero, se...

Los procesos de innovación y difusión de nuevas ideas han experimentado una transformación sin precedentes en las últimas décadas. Uno de los motores de esta transformación ha sido la creciente digitalización de las economías que permite la colaboración entre empresas localizadas en distintos puntos del planeta. El segundo ha sido la globalización de los procesos productivos con una mayor participación de las empresas en las cadenas de valor globales. Y el tercero, se basa en la protección que brindan los acuerdos internacionales para proteger las patentes.

Está probado que estas tres fuerzas, digitalización, globalización y protección han contribuido positivamente a la aceleración de dichos procesos: se innova más, más rápido y hay más colaboración internacional. Asimismo, los inventores buscan proteger sus creaciones en más países que en el pasado. Pero, ¿quién se beneficia de estos procesos?

La teoría económica indica que las empresas innovan para obtener beneficios y ventajas competitivas sobre sus competidores, los cuales tratarán de imitar las nuevas tecnologías para ganar cuota de mercado. Sin embargo, si desarrollar un nuevo producto es muy costoso, pero fácil de copiar y difícil de proteger, no hay incentivos para innovar. Por este motivo, es crucial el buen funcionamiento de la protección internacional. Con los derechos de propiedad intelectual, los sistemas legales nacionales e internacionales que regulan las patentes brindan exclusividad al inventor durante un periodo de tiempo limitado a cambio de compartir públicamente los detalles técnicos de la innovación. Así se incentiva a las empresas a innovar, ya que pueden registrar sus patentes en las oficinas correspondientes.

Las patentes transfronterizas –cuando se patenta una innovación en el extranjero– son un canal clave para la transferencia internacional de tecnología. En España un 24% de las solicitudes de patentes en 2023 fueron de no residentes. Son imprescindibles para promover la transformación estructural y la capacidad productiva en el Sur Global y facilitar el desarrollo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este canal predomina hoy día, con cambios tecnológicos acelerados, dentro de cadenas de valor globales y con inversión extranjera directa ligada no solo al capital, sino también a la tecnología y los conocimientos técnicos.

Para comprender los factores determinantes del incremento de las patentes transfronterizas, junto con investigadores del Banco de la Reserva Federal de San Luis y de la Universidad de Drexel en Estados Unidos hemos construido una base de datos (INPACT-S) de patentes intra-nacionales y transfronterizas (LaBelle et al., 2023), disponible en abierto. INPACT-S hace un seguimiento de las patentes en diferentes países e industrias desde 1980 hasta 2019, mostrando como el centro de gravedad de la innovación global se está moviendo hacia Asia, con China y Corea del Sur como innovadores emergentes. También nos permite explorar el impacto de las transferencias de tecnología en la desigualdad de ingresos a partir de un modelo basado en la teoría económica. Encontramos que las medidas políticas y el proceso de globalización han impulsado significativamente los flujos internacionales de patentes, sobre todo de las naciones más ricas a las menos ricas, con un notable aumento de más del 300 % entre 1995 y 2018.

Nuestro análisis muestra además que las patentes internacionales habrían sido un 43% menores en 2018 si no hubiéramos estado inmersos en procesos de globalización. Esto significa que la reducción de las barreras a la innovación entre países desarrollados y en desarrollo en las últimas dos décadas explica una gran parte del aumento global de la innovación internacional durante ese periodo. No solo la globalización, sino también el fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual –a través de los acuerdos internacionales– han beneficiado tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo. El Norte se beneficia de la reducción de los riesgos de imitación, lo que se traduce en un mayor pago de royalties por parte del Sur, que a su vez impulsa las inversiones en investigación y desarrollo y la producción en el Norte. Al mismo tiempo, el Sur se beneficia de una mayor transferencia de tecnología desde el Norte, lo que se traduce en más variedades de productos y en un aumento de la producción.

Estos resultados ponen de relieve cómo las tendencias de la globalización han influido en la dinámica de las patentes internacionales. Es muy positivo que tanto los países desarrollados como en desarrollo se hayan beneficiado de las transferencias tecnológicas, pero más los segundos, habiendo contribuido a reducir la diferencia de ingresos entre países ricos y pobres, y por tanto la desigualdad global.

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