La confianza de los inversores españoles está por las nubes
El índice de JP Morgan AM sube con fuerza coincidiendo con el fin del aumento de los tipos de interés
El inversor español está en una fase de luna de miel con el mercado. Así lo refleja el índice de confianza que elabora JP Morgan Asset Management y que publica en exclusiva EL PAÍS. Este indicador, que refleja la confianza que tienen los ahorradores sobre el potencial de la renta variable a seis meses vista, repuntó con fuerza en el primer trimestre de 2024, alcanzando los 3,89 puntos. Se trata de una de las cotas más altas alcanzadas en los 17 años de elaboración del índice y un salto sustancial con respecto al nivel en el q...
El inversor español está en una fase de luna de miel con el mercado. Así lo refleja el índice de confianza que elabora JP Morgan Asset Management y que publica en exclusiva EL PAÍS. Este indicador, que refleja la confianza que tienen los ahorradores sobre el potencial de la renta variable a seis meses vista, repuntó con fuerza en el primer trimestre de 2024, alcanzando los 3,89 puntos. Se trata de una de las cotas más altas alcanzadas en los 17 años de elaboración del índice y un salto sustancial con respecto al nivel en el que se situó en la oleada anterior, 1,05 puntos.
A la pregunta de qué harán las Bolsas en el próximo semestre, el 46,7% de los inversores son optimistas, es decir, creen “probable” o “muy probable” que las cotizaciones se revaloricen en este periodo de tiempo. Se trata de un salto notable de este grupo, ya que en el último trimestre de 2023 solo suponían el 35,9%. En cambio, los pesimistas —conceden altas posibilidades a que se produzcan caídas en los mercados— solo suman el 15,5% de las respuestas. Los ahorradores más tibios —creen que los índices bursátiles se mantendrán en los niveles actuales dentro de seis meses— suponen el 37,8% de la muestra.
Una inyección de optimismo
¿A qué se debe una mejora semejante de la confianza? Hay varios factores que han contribuido a este optimismo. Por un lado, la gran cosecha bursátil de 2023, un ejercicio donde el Ibex 35 tuvo una rentabilidad próxima al 23%. Además, y contra todo pronóstico, las agresivas subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para domar la inflación no hicieron descarrilar la economía global. El crecimiento, aunque más bajo que años anteriores, sigue en terreno positivo. La relajación de los precios ha llevado a los organismos monetarios a parar el encarecimiento del precio del dinero. El mercado espera que las primeras rebajas en los tipos de interés lleguen este verano, lo que también ha sido un chute de optimismo para los inversores. De hecho, entre los principales motivos que dan los ahorradores para confiar en que las Bolsas sigan subiendo están “la existencia de una mejoría de la situación actual”, “las bajadas de los tipos de interés” y la “estabilidad de los precios”.
Como ya ocurriese en la oleada anterior de la encuesta, no hay ninguna Bolsa que se sitúe como la clara favorita de los inversores españoles. A la pregunta sobre qué mercado experimentará la mayor subida a medio plazo, la opción más nombrada es la renta variable estadounidense (26,1% de las respuestas), pero seguida muy de cerca por la española (24,4%) y la europea (23,6%). A bastante distancia en las preferencias están los índices asiáticos y de mercados emergentes.
Este mayor optimismo de los inversores, sin embargo, no acaba de reflejarse en sus preferencias de inversión. Con vistas al próximo semestre, la mayoría de los ahorradores encuestados (42%) siguen afirmando que comprarán productos bancarios muy conservadores (depósitos, libretas o cuentas remuneradas). El siguiente activo favorito son los fondos de inversión, que son la principal opción para el 21% de los ahorradores. En tercer lugar se encuentra la deuda pública (letras y bonos), seguida por la inversión directa en Bolsa. Por el contrario, los planes de pensiones (12,2%) marcan su mínimo.
Preferencia por los activos de riesgo
Las expectativas en el mercado, como en la vida, son muy importantes. Los inversores han estado preparándose para una recesión global que, de momento, no ha llegado. Por eso, cada dato macroeconómico positivo, por débil que fuese, ha sido recibido con algarabía. Por ahora, el horizonte está despejado. O al menos eso asegura Lucía Gutiérrez-Mellado. “Nuestro escenario base es el de un aterrizaje suave. Creemos que la economía mundial se desacelerará, pero seguirá creciendo”, explica la responsable de estrategia de JP Morgan Asset Management. En su análisis, señala dos motores para la actividad: la actividad manufacturera y el consumo. “La gran incógnita es China. Las medidas que se están aplicando para sostener el sector inmobiliario aún no se están notando”. La experta de la gestora estadounidense cree que el factor clave sigue siendo la inflación: en Europa la desaceleración es más consistente que en EE UU. Y ahí volvemos al juego de las expectativas. “El mercado descontó bajadas de tipos en verano. Nosotros pensamos que en Europa empezarán en junio, pero la Reserva Federal puede retrasarlas un poco más y que no serán tan intensas como se pensaba hace unos meses”. Con estos mimbres, la estrategia de inversión que recomienda Gutiérrez-Mellado apuesta por los activos de riesgo, especialmente la renta variable y la deuda de empresas de menor calidad, también conocida como bonos basura.
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