Edificios eficientes para ciudades sostenibles
EL PAÍS y Acciona convocan a una serie de expertos para debatir sobre las soluciones inmobiliarias que impulsan la regeneración urbana
Los edificios en las ciudades españolas son el elefante blanco en la habitación cuando se trata de las emisiones de CO₂. A menudo pasan desapercibidos, pero su contribución a la huella de carbono es innegable. Desde las antiguas estructuras hasta los modernos rascacielos, cada uno emiten gases de efecto invernadero debido a la energía consumida para su funcionamiento, calefacción y refrigeración. Los inmuebles, por ejemplo, son responsables del 20,1% d...
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Los edificios en las ciudades españolas son el elefante blanco en la habitación cuando se trata de las emisiones de CO₂. A menudo pasan desapercibidos, pero su contribución a la huella de carbono es innegable. Desde las antiguas estructuras hasta los modernos rascacielos, cada uno emiten gases de efecto invernadero debido a la energía consumida para su funcionamiento, calefacción y refrigeración. Los inmuebles, por ejemplo, son responsables del 20,1% del consumo final de energía en el país y del 17% de los gases contaminantes. Disminuir su impacto no es sencillo, pero es cada vez más urgente ante un cambio climático que no da tregua. Esta ha sido una de las grandes conclusiones a las que han llegado una serie de expertos convocados por EL PAÍS y Acciona, el pasado miércoles en Madrid.
Durante el evento, Nuevas soluciones inmobiliarias para impulsar la regeneración urbana, David Lucas, secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana, recalcó las acciones que ha emprendido el Gobierno actual para hacer frente, desde distintos ángulos, al reto de la vivienda y de la sostenibilidad. Lucas destacó tres proyectos principales que se están llevando a cabo: el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, el Plan de Vivienda para Alquileres Asequibles y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Estos abordan diversas áreas, desde el ámbito normativo, con la aprobación de leyes como la de derecho a la vivienda, medidas para fomentar la rehabilitación residencial y la ley de calidad de la arquitectura. Además, se han realizado modificaciones en la ley del suelo para garantizar la seguridad jurídica en los planes urbanísticos.
Cada vez que ha habido una crisis, desde la financiera de 2008 o la provocada por la pandemia, hasta la derivada de la invasión rusa en Ucrania afloran distintos problemas relacionados con la vivienda, dijo el Lucas. “Se incrementan los desahucios, se producen movimientos especulativos en los precios de los alquileres. En definitiva, no se ha garantizado ese acceso a una vivienda digna”, dijo. Y ese es el objetivo de toda esta batería de planes, recalcó el representante del Gobierno. A todos estos retos, se adhiere a la rehabilitación de las obras ya existentes y a la elaboración de políticas para que las nuevas construcciones cuenten con los parámetros de sostenibilidad que se exigen para cumplir con las metas de descarbonización hacia 2030.
El parque residencial en España tiene problemas de eficiencia energética y ellos afloraron con la pandemia. “No es lo mismo confinarse en un espacio de 40 metros cuadrados, carente de eficiencia energética, que hacerlo en viviendas más amplias y modernas. Es por ello que resulta imperativo que entre las administraciones tomemos medidas para mejorar el parque residencial, garantizando así el derecho a una vivienda digna y adecuada”, aseguró durante su intervención en el encuentro. “El problema es un problema muy complejo, con unas dificultades extremas que no solamente ha estado afectando a las familias para más vulnerables, sino que ahora también a grandes capas de la población, a clases medias, principalmente”, indicó.
Retos del sector
Para Borja Carabante, delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, son tres los retos importantes a hacer frente en el tema inmobiliario en las ciudades. El primero de ellos es el acceso a la vivienda, el segundo es la transformación y regeneración urbana, y el tercero es la sostenibilidad. “Queremos que Madrid sea mejor ciudad para vivir, para trabajar, para invertir”, agregó. Y para conseguirlo hay que apuntalar el desarrollo de programas que permitan una mayor oferta inmobiliaria, un nuevo espacio público, con zonas que no solo sean de paso, sino que sean funcionales para los ciudadanos, y con un crecimiento verde que tenga impacto en la reducción de emisiones contaminantes. “En Madrid, lo hemos mostrado: el desarrollo verde no tiene por qué arrojar números rojos y precisamente eso habla de la sostenibilidad económica y financiera”, abundó.
“El reto de la descarbonización es muy exigente y con el horizonte claro hacia 2030 y 2050. Es muy difícil realmente, sobre todo, en el parque ya existente”, explicó Alejandro Miguel, gerente de Sostenibilidad e Innovación en Inmobiliaria de Acciona. Pero lograr las metas no será imposible. La clave, comentó el experto, está en la construcción de obra nueva, la cual dará un empujón a la reducción de emisiones. “Hay que tomar en cuenta que hay una falta de oferta, por lo cual hay que equilibrar los nuevos desarrollos con la rehabilitación y la regeneración de edificios existentes”, destacó. Miguel también ahondó en la importancia de adoptar un enfoque integral al construir inmuebles sostenibles. Más allá de las consideraciones ambientales y energéticas, la salud y el bienestar de los ocupantes son aspectos cada vez más relevantes que influyen en la elección de materiales no contaminantes y la calidad del aire interior.
En este mismo sentido, Eugenia del Río Villar, tesorera del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), dijo que hay un cambio de paradigma en la demanda de los clientes, quienes ahora valoran la eficiencia y la calidad de los materiales por encima de la estética y la superficie, aunque, en ocasiones tengan que pagar un poco más. “La percepción que tenemos de la ciudadanía es que no están preocupados por ese gasto puntual. Creo que las personas valoran que el edificio tenga usos mixtos: con áreas para trabajar y hacer deporte, y que no suponga hacer los desplazamientos por la ciudad”, mencionó. “De unos años a esta parte, casi el 80% de los clientes estaría dispuesto a pagar más por una vivienda sostenible”, abundó Miguel, de Acciona.
Felipe Iglesias, consultor urbanístico de Uría y Menéndez y profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Autónoma de Madrid, subrayó, por su parte, el papel crucial del certificado de eficiencia energética como herramienta para visibilizar el desempeño ambiental de los edificios. “Este certificado, junto con otras normativas, ha marcado un antes y un después en la concienciación sobre la eficiencia energética en el sector inmobiliario”, aseguró. “Cada vez que transmites, vendes o compras una vivienda, incluso si la alquilas, hay que pedir o adjuntar ese certificado de tal forma que se puede ver el nivel de eficiencia se pueden algunas medidas mejorarla”, añadió.
Maki Kawaguchi, senior Director Place Strategy y Líder de la alianza CBRE + Streetsense en España, dijo que si bien hay inmuebles que por su antigüedad o valor histórico son difíciles de mejorar su eficiencia energética, lo que sí se puede hacer es optimizar el área urbanística ya existente. “Al regenerar plazas, el transporte público, la movilidad, la naturaleza, ya estás mejorando la sostenibilidad”. Con todo esto se puede acceder a la ciudad de los 15 minutos. “Muchas ciudades europeas son ciudades de 15 minutos, ya existen este modelo, no es un concepto nuevo”, dijo. Pero estas están aún en los corazones de las grandes urbes. Lo ideal serían expandir el modelo a los ensanches, a las periferias. “Para hacerlo se requiere de la mezcla de usos [diferentes tipos de usos del suelo], accesibilidad de transporte y micromovilidad y que las calles prioricen al peatón y no al coche, y sobre todo que haya mucha más colaboración entre lo público y lo privado”, concluyó.
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